Cuando sepamos que la vida es sólo vida
en el tiempo de sufrir, de estar en ella,
comprendemos al fin que nada es nuestro
y todo pertenece a alguna estrella…
Esa estrella que ilumina nuestra senda,
senda de llantos que alfombrar el vivir,
cielo de dicha que no alcanzamos nunca
porque pensamos como ayer en el sufrir…
Cuando el amor rompa la celda de la duda
y una visión sin tiempo se llame porvenir;
de todo ese pasado no quedará ya nada
y el mundo en amor puro se llamará feliz…
Veo aquí una reflexión poética encaminada a dar final positivo a la transición de la nostalgia. Caundo nuestras estrellas dejen de lucir ya no habrá nada que contar… pero felizmente nuestras estrellas se apagarán tras nosotros. Es bueno pensar en algo para evitar el llanto y recuperar la sonrisa. !Arriba, cris, arriba ese ánimo!. !Sigue sintiendo el momento de tu estrella!.