Andaban contentísimos por allí los “hippis”, los numerosos “hijos de papá” que no tenían nada que hacer (ni trabajaban ni estudiaban), algunos “hippis” que se lo creyeron de verdad y, !cómo no!, los famosísimos Cohn-Bendit y la Janis Joplin.
Conh-Bendit era el célebre Daniel el Rojo de los tumultos y las revueltas del Mayo del 68 en Francia. Uno de los más rabiosos y furibundos que intentaba destruir al Mundo Occidental. Con su “falso” revolucionismo lo único que pretendía era crear el caos para destruir a la Democracia.
¿De qué transformciones revolucionarias hablaba él con sus adornados discursos mientras la Janis Joplin le apoyaba con su guitarra y cantando hacia la liberación femenina?. ¿Era liberación femenina o era convertir a las mujeres en “machorras”?. Porque hay que saber distinguir una cosa de la otra.
Fiesta en Voostock. Fiesta de orgía y desenfreno. Libertinaje en otras palabras. Borracheras. Drogadicción. Amor libre (bien distinto de lo que es el verdadero amor noble) y consignas “extrañas” buscando el Poder o la Destrucción.
En la granja de Bethel los cerdos se ceban mientras las familias se derrumban, millones de seres humanos mueren de sida y sobredosis, y la sociedad se está viniendo abajo. En la granja de Bethel los cerdos meten miedo a las gallinas. Sólo El Patito Feo pasa olímpicamente de los cerdos de Bethel.
Daniel el Rojo y sus proclamas ya son sólo polvo… Janis Joplin y sus canciones ya son sólo polvo… los cerdos de Bethel (los que todavía sobreviven) han sido enviados a un lugar desconocido para que no sigan contaminando con la fiebre porcina… y El Patito Feo resulta que no era un patito sino un lindo gorrión…
Hola, me sorprende esta visón tan apocalíptica del movimiento hippy. Me quedo con el texto, también tuyo, “¿Tuvieron importancia los hippies?”