Por el viejo campanario
vuela una golondrina;
hay luz color mandarina
en el atardecer milenario.
Pasa un labriego estepario
con un costal de harina
y pica maíz la gallina
junto al árbol centenario.
Siento el viento solano
que llega desde el lejano
monte de la serranía
y escucho el canto soberano
de un jilguerillo soriano
que trina en la alquería.
Casualmente conozco ese pueblo soriano. Se llama efectivamente Almazul y es muy pequeño (como una aldea) situado al nordeste de la provincia de Soria. Me alegra mucho que hayas tenido el detallazo de dedicar uno de tus sonetos, muy bonito por cierto, a algo tan humilde como Almazul y hayas captado una escena de su escondida vida. !Debes de tener muy azul tu alma, Diesel!. Un besote.
Efectivamente, Carolina. Almazul es un pequeño pueblo escondido en la provincia de Soria. Este sencillo soneto lo escribí hace ya muchos años y lo he encontrado ahora repasando uno de mis cuadernos de viajes. Te agradezco tu comentario y tu beso.