Nos sentamos frente a frente pero esta vez separados por las pantallas y los cientos de kilómetros que hay entre ellas. Yo ya me había rendido y hablaba con sinceridad, la misma que da la fatiga mental, de no parar de pensar en ti, todos los días desde que te conocí. Ya quería terminar con eso y olvidarte rápido.

Como siempre hablas de lo felices que sois de lo bien que esta todo bla bla bla, por fin después del calentamiento y preparación, me confesaste que solo fue sexo, que si, que sexo bueno pero solo eso, que no había más, que era lo normal para ti, eso fue ya lo que termino de convencerme para no más estrategias baratas ni más pesadumbres de baboso.

Termino y dispuesto a no volver a saber de ti, te digo, cuídate, ya no te molesto más. Tu cara se transforma y respondes:
No tío, no me hagas esto, no te das cuenta, son los demás los que no se cuidan, yo como la llama, atraigo, alucino, embrujo, pero la gente olvida que también quemo si se acerca demasiado, como las mariposas que atrae la luz de la vela.
¿Crees que eres tú la victima?, ¿puede el fuego tener amigos? ¿Sentir la caricia de una mariposa?, ¿puede la energía descansar?
Si tío, sólo se acercan a mi para calentarse, es mi castigo, ¿serias feliz con alguien así? deja todo como está, y quédate si quieres cerca, pero con la distancia prudente para no hacerte daño sin querer. Sabes, serias el primero que se quedara si esperar a cambio algo, crees que serás capaz.

Abrumado por la contestación, que me transporto a una historia que no esperaba de ciencia ficción o quizás de caballeros de la edad media, no podía decir que no, me arme de valor y me puse mi armadura reluciente, cogí la espada que lanzaste al viento y te ofrecí cabalgar juntos. Si tío, amigos, amigos para siempre.
(Para Kido) ; )