Un amanecer es ese tiempo que Dios nos regala para sacarnos de un espacio de la nada donde sólo existen horas vacías que no se nos quedan en la memoria porque es como si las hubiémos “no vivido” para hacernos introducir en un espacio de todo dónde se desarrollan nuestras experiencias vivenciales.
Un amanecer es un despertar y un despertar es empezar a tener consciencia de lo que nos queda por vivir durante el día. El día se compone de experiencias nuevas que debemos de tener deseos de experimentarlas para llenarlas de vivencias que pueden ser positivas o pueden ser negativas según sea nuestra manera y modo de vivirlas.
Entramos por tanto en la dialéctica de ¿qué es la existencia humana?. Lo principal de todo es despertar si Dios nos da la oportundiad de hacerlo y, una vez despierto, comenzar a caminar (no quedarse estancado ni anclado en el tiempo)viviendo las experiencias del camino. Si el vivir es un andar por el tiempo es necesario que Dios nos ofrezca el amanecer, que siempre es un despertar, para llenar esa nada que hemos superado y comenzar a llenar el día de todo lo que vemos, oimos, sentimos… en cada fragmento del día. Porque cada día tiene su afán y cada afán es una experiencia nueva.
Estoy contigo en que tenemos que vivir cada segundo de nuestra existencia intensamente, como si fuera el último, aprendiendo siempre de las vivencias experimentadas, un saludo