Amarrado a un duro Banco
el poeta se consume…
mientras asume
su condición de hombre blanco.
Es su pensar un sentido
metido
en las zonas del castigo
por el entrometido
magro de la sinrazón.
¿Quién pudiera salir de aquí?
piensa el poeta mientras trata
de soportar a la grasienta rata…
Y así comenzó la historia
de un poeta que, en la noria
que esta vida,
ahora viene y convida
a vivir la propia historia
de cada cual semejante
siguiendo su ruta adelante.
Liberado de ataduras…
ahora navega en su barca
y ha olvidado a la banca
de las ruletas duras.
Son mucho más puras
las nuevas sirenas del mar…
y una vez en ese amar
escribe tiempos de singladuras
en los mares y las tierras…
y hasta en los cielos entierra
sus vuelos como cometa.
Es por la puerta
principal de la avenida
por donde van a pasear
el poeta y su cantar
ahora que brilla la Vida.