Si elegimos sentirnos bien,
todos los días nos sobrarán motivos
para sentirnos bien;
si elegimos sentirnos mal,
todos los días nos sobrarán razones
para sentirnos mal.
¡ Pensémoslo !
Y tal vez descubramos
que lo importante y decisivo
no es lo que pasa fuera de uno
sino lo que hacemos que suceda
dentro de uno mismo,
y que no son los otros,
las cosas o los acontecimientos
los que nos hacen sentir mal,
sino nuestro modo de vivir frente a todo…
( Anonimo)
Eso es libre pensamiento, cada cual es libre de decidir si se quiere sentir bien, o si se quiere sentir mal. El problema es que nos sentimos agobiados, por una serie de ideas, que nos hacen seguir un rumbo prefijado. La educación es la madre de todos los conflictos. Por eso lo mejor es no estar adoctrinado, y seguir las pautas que uno mismo se impone. Siempre con la responsabilidad del pensamiento puro. Sin estar movido por ningun tipo de ambición ni condicionamiento.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo con el texto de Retama y el comentario complementario de Kiowa. Nuestro modo de vivir frente a todo debe estar libre de adoctrinamientos. Somos nosotros quienes debemos siempre dirigirnos a través de nuestra verdad…
Vivir en libertad sin normas establecidas …un abrazo