Respira el árbol en influjo equivocado de,
Farola temblorosa que no sabe, que a su vez,
Guiada por manos temblorosas que no existen
Están sin embargo pues de ellas depende el tintineo
Y a pesar de tanto pesar; sigue el árbol respirando
Sigue vivo y sin saber y se pregunta sin palabras;
Para que tanto afán de saber, si al fin yo sigo siendo
Árbol sin hojas y me acompaña la misma farola arrogante
Tintineando eternamente con su despectiva luz que no vive
Mirándome
Tiende tus ramas árbol ajado
Tiéndelas con dedos escarlata
Que tanto en amanecer como en ocaso
Respiraran contigo su tardanza
Y llegando la aurora tus inciertos dedos
De oro rebosaran con templanza de tiempo
Y esperanza de verdes tallos tardíos
Dorando tu destino de vida y muerte
Para un mejor llenarte tu sino de vida
Abrígate tu que puedes árbol desnudo
Llénate de eso que solo tu conoces
Que nunca palabras podrán ser
Pues sentimiento solo es lo que llena
Y cubre toda la grandeza pequeña de vida