La escritura había tentado los signos sin apenas haberlos podido pergeñar nada más que superficialmente por encima de la caja de cartón. Que el hombre estaba muerto era evidente. Que nadie conociera su nombre era igualmente evidente. E igual de evidente era que vivía solo con la compañía de un perro inmóvil y macilento… !ah!… y que sus manuscritos húmedos los colgaba de las ventanas del patio para que los secase el viento del atardecer. Así murió el poeta…
3 comentarios sobre “Así murió el poeta…”
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Tu texto me recordó al cuadro “El poeta pobre” de Carl Spizweg.
Si pones “poeta” en el google y abres el wikipedia te sale en primera página, por si tienes curiosidad (y si no lo conocías). Un saludo
Imagino que te refieres a tu amigo el poeta alemán.Que su recuerdo no te abnadone nunca más.
Hoy te envio unbeso muy especial, se lo mal que lo estás pasando por tu Toby querido, el perro bohemio.
Gracias desde el “más allá” de parte de Toby. Le veo moviendo la colita de alegría por tu recuerdo amoroso… un besote Wersi…