Bajo el almendro
tu amor y el mío fundiendo
la luz del sol…
la tarde está ardiendo.
Es una especie de enredadera
tu cuerpo con el mío latiendo
y la luz…
la luz del tiempo
nos resume
en un solo cuerpo.
Tu cuerpo late
bajo el almendro
y sigue cayendo la tarde
bajo el peso
de tu cuerpo y el mío
como un suceso
de amor simplemente.
En mi mente
yo sólo veo
tu cuerpo caliente.
Miente
el señor del sombrero
que tanta envidia siente
de nuestro amor sincero.
Pasaron marzo, abril y febrero.
Estamos en un mayo naciente
y la gente
me importa ya menos.
Al menos
me queda tu cuerpo silente
entre mis dedos.
Y escribo mis deseos
en tu corazón viviente
y me esmero
en ser amante potente
bajo el almendro.