A propósito del equilibrio que debe haber en las líneas de nuestros sentimientos, hemos de entrever siempre el centro neurálgico de nuestras emociones y, a partir de ahí, hallar el grado cero de nuestras metamorfosis humanas para escribir lo que surge del centro de nuestro interior. Sí. A veces no hay nada nuevo bajo el poema de nuestra piel y nuestro rostro anímico pero, siempre o casi siempre, existen razones de silencios justos, abrazos de palabras adecuadas, inspiraciones de sueños para nuestra inteligencia. Y aprendemos, entonces, a ser compatriotas de las letras en esta vida real de dialéctica internacional y globalizadora de carácter “poético”. Nada nuevo excepto la luz que derrochamos a golpes de ternura a través de nuestras emociones. Letras bajo el espíiritu lírico de los rayos de nuestra fantasía.
Un comentario sobre “Bajo los rayos de nuestra fantasía”
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Y a través de esas emociones, esos puntos “ceros”, esos sentires, plasmamos nuestros sentimientos con la palabra escrita.
Un gran abrazo mi buen amigo.