Cuando salimos de esos laberintos de calles y edificios que nos cobijan a tantos seres humanos, dándonos miseria, comodidad,consumo coherente o desmesurado, hambre y alimentos, riquezas y tantas otras cosas…
Una opción que tenemos es acercarnos a esas criaturas ignoradas, que nadie sabe como se llaman, pero que nuestra mente las denomina bosques.
Allí dentro hay otro laberinto, armoniosamente ordenado, desde luego no ha sido gracias al ser humano.
Son criaturas que nos ofrecen paz, temor, indiferencia , frutos, aire puro para respirar… Muchos regalos podemos recibir de esas criaturas. Y sin embargo ¿que les podemos dar ? ¿Esas criaturas esperan algo de nosotros ?
Caminos, veredas, senderos, sondean sus misterios. Su misterioso silencio puede regalarnos desde inquietud hasta paz.
Esas criaturas son escuelas de vida y muerte, y regeneración… Allí dentro no funcionan determinas leyes.
Esas criaturas cambian según las estaciones del año, pero cambian sin cambiar.
Hay seres humanos con estudios, que al acercarse a esas criaturas son incapaces de guardar silencio, comienzan a clasificar y nombrar conceptos y tecnicismos, botánicos…
Hay otros que invaden ese espacio provistos con herramientas para talar, puede ser por necesidad o no. Pero allí están. Sus ruidos asustan a las criaturitas que habitan el bosque…
Los hay que cometen delitos contra la vida humana. ejecutando personas atadas.
También los hay que los queman. Hay quienes los vallan, adueñándose de ellos.
Pero son criaturas tan inteligentes los bosques, que nos ponen en evidencia… seguramente nos hacen de espejo para que nos veamos reflejados y rectifiquemos. Constantemente nos recuerdan que debemos cambiar, pero la mente no comprende con sencillez, necesita cada vez más y más que se le repitan las cosas. La mente puede aprender mediante la sofisticación y complejidad,dificilmente lo hará mediante la sencillez .La mente intenta no escuchar… La mente busca el lado complicado…
Hay quienes entran cuidadosamente y con respeto e esas criaturas, se dejan envolver por una sabiduría silenciosa que murmura algo, que algún día comprenderemos.
Alguien dijo que en el bosque veía duendes.
Hacaria agradezco vuestra escritura y comentario.
Alexis, gracias por vuestro pensamiento.-
¿Qué les podemos dar ? Una mirada, un silencio…
¿Esas criaturas esperan algo de nosotros? Nada esperan, ahí está lo maravilloso de la naturaleza.
Un pensamiento hecho narración, me ha gustado Volskiervers, te felicito.
Bezzotes
Que razón tienes compañero, no hay nada en este mundo que se pueda igualar a la sabiduria que nos brinda la naturaleza, tenemos tanto que aprender, un saludo
Si… los bosques ofrecen algo que no puede ser reproducido por ningún otro ambiente hecho por el hombre y sobre los duendes… acá en Costa Rica hay muchas historias sobre ellos. Tal vez un día cuente una, si creo que las personas que quieren creer en el bosque y lo respetan pueden verlos. Saludos Volskiervers!!