En todo el centro de la almohada
un estallido de luces que atormenta
porque al lado de mi estás, perfecta,
toda tú en esta madrugada.
Esperma de luz es la concentrada
y honda en tu vientre la tormenta
que se extiende, como una afrenta,
por mi cuerpo y tu boca sonrosada.
Sangre de amor virgen irredenta
quemando las sangres de los dos
en esta noche profundamente cierta.
Y la savia dulce ya sedienta
se expande como voz de Dios
por todo tu contorno y tú contenta.