A menudo vamos caminando y tropezando con muchas piedras y quizás nos sentimos absurdos por tropezar con la misma piedra, es como si me nos diera miedo lanzarnos al vacio, como si el corazón se protegiese de nuevas caídas, como si nos diera miedo que la lluvia nos mojase de camino a casa después de un día normal, de esos a los que no eres capaz de sacar algo positivo…

Y yo me pregunto si sería capaz de sobresaltar los obstáculos sin estar condicionada por mis recuerdos, ya que creo que son ellos los que me llevan a tropezar una y otra vez.

Deberíamos ser capaces de escoger otro camino cuando nos hacen daño, deberíamos ,en muchos casos, odiar e incluso sacar esa parte de maldad que nos da miedo mostrar, deberíamos mirar más a nuestro camino y por nosotros mismos y quizás esa sea la clave para no tropezar de nuevo.

A lo largo de nuestra vida probamos diferentes claves y cuando creemos dar con la correcta nos damos cuenta que no era la acertada. Una vez leí que los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto y los siguientes el comentario, debe ser que aún estoy analizando mi texto para poder realizar mi comentario… y es el comentario lo que llamamos ignorantemente experiencia; la clave que impide nuevas caídas en el camino.