Callar no puedo este alma que me vibra
al compás de todos mis sentidos y el humano
corazón hecho de experiencias hondas.
Callar no puedo estas injusticias
de hombres hambrientos de gloria y de poderes
sin importarle quiénes caen ya abatidos,
ya heridos o ya simplemente errantes,
por sus ansias y avaricias existenciales.
Callar no puedo cuando veo a los gorriones
sucumbir ante las pesadas armas del poder
y observar cómo lloran estos niños
cuyo rostro son sólo sombra de vida
porque les han despojado del sol
que les hacía sonreír hacia el futuro.
Callar no puedo cuando veo a los ancianos
encorvados por el peso de las deudas míseras
de un puñado de centavos mientras ellos
llenan sus bolssillos de oro acaudalado
por el esfuerzo que tuvieron que hacer
estos ancianos encorvados por la vida.
Callar no puedo ante la usura
del gordo banquero que flirtea
con las chicas modelos de las pantallas
que los pobres miran solamente por soñar
que están tres segundos junto a ellas.
Callar no puedo cuando observo y miro
las guerras que invaden al planeta
de armas mortíferas para los humildes
que sólo desean un alto el fuego definitivo
y así tener la oportunidad
de saber lo que es la paz en esta Tierra.
Callar no puedo cuando veo a los muertos
que caen en la batalla de banderas,
símbolos solamente del deseo,
de alzarse unas sobre las otras.
Callar no puedo cuando al amor lo han confundido
con modo de hacer sexo solamente
y, en medio de las botellas y la droga,
se arraciman los unos y las otras
en la orgía petrarquista de estos mortales
que confunden lo noble con lo libre
y sólo son materia acumulada
movida por los hilos del guiñol
de unos cuantos filósofos de la mentira.
Callar no puedo cuando observo y miro
como las tenazas de los cangrejos maquinistas
destrozan en pedazos a esos inofensivos
seres humanos que no pudieroon
conocer la vida por el ansioso
afán de enriquecerse ante la ignorancia.
Callar no puedo cuando veo a millones
de personas caminando entre horizontes
perdidos y lejanos de sus tierras
porque les han cerrado la existencia
en sus natales lugares y sus patrias.
Callar no puedo… callar no puedo…
cuando veo a las mujeres doloridas
por el férreo puño de unos hombres
que las violan con su bruta fuerza
en vez de amarlas con sus almas
mientras las embozan ocultándoles
la vista de su propio género y belleza
para que no puedan ser ta como desean
en el íntimo rincón de sus corazones.
Todos, todos deberiamos gritar unidos sobre esas injusticias ..que tiemble la tierra al oirse nuestro grito. ¿Tendrá buen fin la historia que nos rodea?.
Un abrazo vorémico mi querido amigo.