Nueve espíritus etéreos
Traídos desde la noche eterna.
Tres entes, unidos,
Llamados la muerte negra.
Ocho razas, en conflicto,
Con una que las supera.
Una especie antigua y olvidada
Que su resurgir espera.
Seis aliadas por la espada
Contra la última, pequeña y asolada.
La gran especie, asesinos letales,
Demonios, diablos, causantes de todos los males.
Tres armas, nacidas del fuego,
Hundidas en mar y moldeadas en aire puro
Muestran su poder, empuñadas por el ciego,
Que mezcla las tres en uno,
En sí mismo, loco y suicida,
Es un asesino, frío y duro,
Mas aún ama la vida.
Akran el Segador,
Así es llamado.
Líder de los Mayhem,
La raza de los abandonados.
Pocos y solitarios, hijos del Ejecutor,
Odiados por todos,
Por todos despreciados.
Ellos son hijos del Ejecutor,
Y eso no puede ser olvidado.
Mil años pueden pasar,
Y ellos seguirán protegiendo.
Pues ese es su destino, el guardar
A las razas libres,
De los diablos y demonios
Que los están destruyendo.
Canto inconcluso al Equilibrio, pues este siempre se altera.
Numerología del Desequilibrio. Una versión un poco apocalíptica de la ejecutoria desctructiva de los seres humanos. Esperemos que el Equilibrio vuelva a recomponerse. Tu poema se presenta como duro canto numerológico.