Los tiempos corren que es una barbaridad, José María, y resulta que a la vuelta de la esquina la “cara de gil” es la tuya. !Vaya sorpresa!. Y es que esto de las biografías personales tienen estas cosas que parecen mitología. Sí. Hablábamos entonces de Mitología y de Teatro… pero ya se ve que el “Teatro de la Vida” (si es ue la vida es un teatro que lo dudo) hace ver hoy la verdad de lo que ayer era apariencia. Que una vez quitadas las máscaras resulta que el “cara de gil” yo no era… y mira por donde sí que lo era usted. Ocurre que, efectivament, en el mapa de España, José María, los pueblos de Valdepeñas y Almagro pertenecen a la provincia de Ciudad Real para que nos sirva de recuerdo.
Que la vida, José María, es como un vaivén donde el oleaje (que unas veces nos hace estar hundidos y otras veces nos levanta del todo), al final, arranca la verdad una vez que las máscaras se han caído. Que resulta que las peñas (hablando de Valdepeñas) que se tiran hacia “arriba” con intención de hacer daño a alguien siempre caen hacia abajo y hacen daño a quienes las tiran. Y llega la verdad y resulta que todo cambia y lo aparente pasa a ser real. Y que da la casualidad que la realidad es que el “cara de gil” no soy yo… José María…
Por mi parte puedes consultarle a Rodolfo que fue testigo pero creo que no hace falta. Sólo hace falta que te mires al espejo, que tanto te gusta mirarte en él, y verás quién es el que tiene “cara de gil”. Por cierto. Yo no sé si te seguirán aterrorizando ver los ojos de una mujer cuando estás en la cama al despertars, pero jamás me aterrorizaron porque los ojos de las mujeres me gustaron verlos desde mi más tierna infancia. Que seas feliz y bebas mucho vino de Valdepeñas en la Fiesta del Trascacho este año que para mí todo ya está debidamente aclarado y olvidado y espero que para ti también después de leer la presente carta. !Mírate al espejo!. !Verás qué “cara de gil” tienes”. Y no sigo con otras cosas porque me lo pide mi esposa… que sí… que estoy casado y tengo dos hijas… !A hacer “pipí” que es para lo único que te sirve!. !Qué cosas tiene la vida!. Resulta que el “cara de gil” siempre has sido´tú. Recibe un cordial saludo de despedida. Adiós. Que sueñes con los “angelitos”. Y la próxima vez que quieras hablar con alguien de Mitología no confundas a Isis con Osiris o viceversa y si hablas de Teatro no confundas la comedia con la tragedia. ¿Entendido?. !Chao!.