Entro ávido en el Vorem después de haber pasado un largo puente en la alta montaña. Y encuentro un suspiro de luz suspendido en una mirada al infinito que Lala ha hecho colgar entre las nubes. Observo las nubes de hoy. Va a llover mientras pienso en ese color cantado a una niña que se propone volver a la realidad mientras da abrazos a las flores. Es, como escribe Crix, un volar cada mañana en estos caminares a los que nunca debemos decir que no podemos llegar dando vueltas por los sueños de esta vida que ella, la Crix del Vorem, asemeja a una larga taza de café llena de sensaciones.

Tomo mi café en este poético inicio del día en que me envuelve el aroma del viento ahondado en el silencio. Estoy en medio de las variaciones que poetiza Milovi con amplia sonrisa y una profunda alegría. Buena manera de iniciar la jornadas con sus profundos cantos de hoy: una explosión poética de escape hacia el sol donde tiene perpetua presencia la piel de un amor cantado en infinito;

una elaborada felicidad que es consciente testificadora de su sentir vorémico, algo así como un navegar por el océano de los sonidos. Milovi se multiplica de color y calor en el azul del cielo cuando me sorprende Rosa con su gato de bonitos ojos y hermoso pelo.

¿Qué tendrán de misteriosos los gatos que ninguna estrella quiere transformarse en luna para hacerles crecer en sus quimeras?. Pero el gato ama la luna, el gato de Rosa es valiente y por eso hace quebrarse a los espejos. Mientras pienso en la noche pasada en la montaña… Onlythebestones me hace regresar a aquella infancia donde en un patio lleno de cielo (miro este cielo de hoy por los cristales de mi ventana) pensaba siempre en ti, primer amor de quinceañero, cuando sólo éramos mentirosos dentro del mirar de nuestro ojos. Onlythebestones fabrica el centro de su isla mientras yo sigo mirando al cielo.

Hay una llamada de Ariadnapuig y salgo a la superficie de las realidades a escudriñar lo que de relato tienen todos los barcos piratas. Es el grito aterrador de la aventura canibalesca; la aventura de tratar de escapar a la muerte diaria. Y pienso, mientras maduro la historia de Ariadnapuig, en la luna resbalándose por las ciudades y el juego de malabares que nos obsequia Mc PerkkingPol y en donde los sentimientos de quienes se aman sin decirse nada van desfilando por el rumor de las avenidas.

Contemplo la calle con un mapa del cielo que me visualiza la conciencia. Un mapa del cielo que ha trazado Rosa para distraernos la razón con los pétalos frescos de este instante al que puedo llamar, como escribe Suria, silencio. Sí. ¡Hay silencio en esta calle empapada ahora por la lluvia y no quiero callar porque me da miedo cuando sólo pienso!. Así que vuelvo a encontrarte, presencia plena, en lo violeta de tu sueño que di a conocer el domingo cuando llegaba tu majestuosa presencia a revolucionar el ansia de mis sentidos.

Una canción hip-hop disparada por Alexis me hace meditar en los duros juegos de la vida, en que hay que seguir subiendo al cielo para volver a caer con el ánimo de sobrellevar toda la experiencia. Como el corazón al que canta Alexis también el mío es un errante del alma humana.

Una sonrisa me ilumina este firmamento gris (ya llueve en mi ciudad) y es que leo sobre una eterna juventud que nos presenta NASIA en medio de una edad de 25 años. Al final siempre los 25 años de edad son un tiempo robado a este día que nos toca vivir disipando imágenes para ganar esa guerra a la que se refiere BrujisCris. No. No debemos nunca abandonar. Peleemos siempre la buena batalla para finalmente ganar… y ganando la batalla que plantea BrujisCris, me adentro en las imágenes de Rosa, que nos invita a ganar el derecho propio que tenemos para dejar salir a la superficie las palabras.

Lleno de la potencia de Rosa, leo el cuento cruel de Grekosay (el de la mascota que no puede nunca molestarnos porque la han disecado para ironía del regalo) mientras llueve y hace sol. Conjugando la irónica propuesta de Grekosay (que me hace meditar) observo esta dualidad (sol y lluvia) mientras en el Vorem el relato de Sergiotomo se corresponde con esta realidad dual. Leyendo a Sergiotomo me decido a abrir mis sentimientos para ser algo más que un extraño y, cerrando la página Vorem, salgo a la calle dispuesto a vivir…