No soy nada de lo que ves, lo que me emociona se entierra bajo las caricias del pasado.
No es nada, creeme, no lo es.
La piel me dice mas que las palabras, mas que las miradas incluso.
Descalza, desnuda y sin tacto en la piel, recorro las bahias de tu cuerpo, tatuandome en ti. Dejo los lustros de mi vida en el trocito minusculo e insignificante del recuerdo de mi historia.
Nada tiene sentido y eso es lo precioso, no es que quiera o no querete, ni a ti ni a tantos.
Es que me embriaga ser feliz y prefiero la armonia que me dá la sublime melancolia de un segundo.
Me pierdes, como me pierde todo aquel que no se molesta en ni siquiera observar que puedo ser lo mejor que le pase en la vida.
Dentro de mi, de mi misma, es todo tan fragil que se rompe solo con mirar.
Claro que tengo miedo de dejar de ser especial, pero soy valiente y dios sabe que lo soy.
Yo ya no lloro y mira que lo intento, tansolo por darte importancia pero se me esta enfriando la consciencia y como un alma sin vida castigo los “lo siento” que regalo por misericordia.
Que yo soy el cielo de tu casa, la poesia de tu verso, el cambio de humor de tu rutina, lo que te falta, lo que te sobra, y no solo a ti.
Que tu no eres tu, tu eres ahora, poco mas. Ya que mañana despertaré en la cama de otro. Y no me pesa.
Desordename la vida solo esta noche, quiero oir tu cuerpo derramado en mi.
Yo ya me salvo de mi misma, como el veneno que entrecorta tu respiracion y cierra tus parpados.
Vete, pero matame antes…
Buen relato… pero habría que especificar algunas cuestiones muy importantes. Lo de “Nada tiene sentido y eso es lo precioso” es bastante relativo; porque si algo no tiene sentido es mejor no vivirlo. Es mi manera de pensar y, por lo tanto, subjetiva. En el relato estoy de acuerdo con el sentimiento profundo que transmite aunque el final sea tan triste como ese “Vete, pero mátame antes…”. Quizás sea una particular forma de amar y eso es muy importante. Yo prefiero acabar con un “Ven, pero dame vida eterna para siempre”. Claro que sigo insistiendo en que mi manera de pensar es tan subjetiva como la de cualquier otro escritor o escritora. Un abrazote cordial y felices fiestas. El título de “Como tu y como tantos” es tu propia manera de entender ciertas cuestiones y merece todos mis respetos. Yo escribiría, y quizás lo haga en alguna otra ocasión, una profunda reflexión sobre eso pero titulando “Como tú y nadie como tú”. Insisto en que el relato es bueno si nos damos cuenta de que la subjetividad es importante a la hora de transmitir sentimientos. Que los sentimientos no son siempre iguales es algo ya muy demostrado.
Me gusta mucho tu texto. Lo que yo interpreto es un gran vacío cubierto de sensaciones superficiales, pero a la vez profundas e intensas como el recuerdo. No quieres impregnarte de nadie, pero tu cuerpo guarda en secreto el momento adecuado. Sólo el corazón que sepa abrir tu puerta merecería lo que das ahora a los demás. Pero el corazón está siempre tan sediento y es tan grande… que puede sobrevivir incluso con sólo unos pequeños pedacitos de ilusión, desperdigados por ahí.