A callarse los del pozo dionisíaco, que de tanto beber cazalla, están volando… volando… A callarse y dormirse los niños que entre las vías ponen petardos… a callarse… a callarse… que canta Pablo Neruda al amor: “Cuerpo de mujer, blanca colina, muslo blanco, pareces el mundo en tu actitud de entrega”. A callarse los “niños pijos” de Madrid y los ateos “colgados”… que canta el poeta… canta…

Confieso que he vivido
las horas más felices del tiempo
y nunca me he dormido
en los brazos del sucio pasatiempo.

A buen entendedor, pocas palabras bastan… pero bien sabe Pablo Neruda de poemas de amor poemas…. como el poeta de Rosales sabe que los bebedores de cazalla no pueden saber de amor… no pueden… ni tampoco los “niños de Serrano” que van sus coches “colgados”… que van “colgados”…

A callarse que sigue cantando…

Confieso que he vivido
las horas más dulces de la infancia
y que nunca he dejado en el olvido
a los juglares de Cataluña y de la Francia.

A callarse los niños perdidos… perdidos… en los sueños de las sustancias azucaradas… que se callen… que se callen los de las agujas pinchadas en la sangre azul… a callarse que sigue Pablo Neruda cantando y el poeta sigue con sus versos de tul…

Confieso que he vivido
los tiempos del amor sin mancha alguna
y que nunca jamás he conocido
más amor que este de la plena luna.

Homenaje al Gran Poeta Pablo Neruda.