Si la noche fuesen cristales rotos, hallaría tu nítida imagen hasta en el sin fin del espacio.

Y descalzo por el silencio, mi alma te buscaría y el olor de esta piel mía, hallaría en ti criatura pendiente

Que hasta en este mundo loco yo seguiría amándote.

Si la noche fuesen soldados, el firme se rompería por la quiebra de no tenerte.

Esta quiebra acongojada, sin el pensar de la flores, sin tu nombre en el aire

Mimado bajo rostro de estrellas, aurora encarnecida buscando luces de corazón.

No serán historias del ayer, ni mitos héroes del saber, ni princesas de ojos abiertos, ni miradas vivas de luz

No habrán llanuras de pensamientos en un apaciguado color esmeralda, ni serán contadas historias sin el trotar de tu pensamiento.

Mil libros arderían, en larga estancia de vida larga.

No habrán recuerdos ni historias sin el anaranjado beso de dos almas.

Y yo, jubila y esperanzada , abriría mis manos a la flor ,de aquel lejano desierto..

Y al dormirte mi flor besaría, y a ella pediría, una última poesía, antes de ver salir el sol.