Cuando tu ducha inunda el piso de abajo, y tu te estás duchando tan tranquila, sin canturrear, pero tranquila, sabiendo que te esperaba una tostaita de Carmen, con aceitillo de Oliva.
Mi abuela de llama Oliva. No es broma.
Cuando comes kebap, bebes vino y cerveza y sabes que no debes.
Cuando te pegas la potada del siglo pero tienes unos pies fresquitos cerca.
Cuando te tomas la temperatura de la mano, los dedos, la oreja, el toto, el sobaco.. y nada coincide!! y resulta que lo que más caliente tenías era la oreja…
Cuando te mola un pendiente, da igual que mida más que tu agujero y te lo meten, a saco y en vez de oreja tienes tomate.. por cierto, quizás por eso estaba más caliente que el resto del cuerpo..
Cuando comer arroz hervido con trocitos de jamón york y te parece la mejor comida del mundo.
Cuando dos vecinos se van, pero descubres que el de arriba no sólo es un tio bueno soltero, sino un cerebrito con patas y pelos, muchos pelos, y morenito como el café.
Cuando sabes que no hay rizos más bonitos en el mundo que los de J.F Gamu.
Cuando entrar en una Tetería se convierte en un nuevo universo lleno de estrellas.
Cuando te encuentras con amigos de siempre y te lo gastas todo en calimotxo que apenas pruebas.
Cuando desmontas un puestecillo de artesanía de la Plaza SantaFaz un domingo.
Cuando entras en una habitación cerrada y huele bien.
Cuando entras, y huele mal.
Cuando no hay habitación, ni paredes.
Cuando nos congelamos en el sofá.
Cuando se nos cae el techo a pedazos aunque esté recién pintado.
Cuando duermes tu dentro y yo fuera.
Cuando yo dentro y tu fuera.
Cuando J.F. Gamu pilla el Tuperbarer de las chuches.
Cuando conoces una niña no se pone seria nunca.
Cuando esa niña te da las buenas noches vía sms.
Cuando por fin has elegido la frase para poner a la salida de tu casa….
hoy os dejo entrar un poquito en mi, en mi yo volgar, tierno y cansado..
hace un sol increíble.
Cuando la vida es el placer de las pequeñas cosas, ahí está el cuando. 😉
Cuando expones todo eso tan humano que nos convierte en sainetes de la cotidianeidad rodeando la Plaza Santa Faz alicantina… cuando expones con tanta sencilla profundidad lo que nos hace pensar en que hace un sol increible… cuando expones verdades tan ciertas como enocntrar a los amigos de siempre sin mirar para nada el egoísmo… cuando expones tantas cosas… considero que verdaderamente eres poeta. Un abrazo.
Por cierto naima, me olvidé decirte que sí estuve en la Tetería de Crevillente. Y pienso tener la oporunidad de volver, amigo.