Cuando Dios está presente el Gran Sueño deja de serlo. El Gran Sueño se convierte en un largo paseo por las calles de la Gran Ciudad de Madrid; un pequeño café con leche en la primera humilde taberna que encontremos; un caminar mano con mano… y un beso al llegar las horas anaranjadas del atardecer en el Paseo del Pintor Rosales. Y luego otro beso y otro beso y toda la Gran Ciudad de Madrid encendida para ser, los dos, una pareja única e intransferible. Un solo centro de gravedad sentimental en la Gran Ciudad de Madrid. Un Gran Sueño convertido en miles de sueños pequeños, reales, ciertos, verdaderos, milagrosos. Cuando Dios está presente tu cuerpo y el mío sólo son una misma Existencia. Abrimos la Historia de nuestra Existencia. La Gran Ciudad de Madrid enciende las luces… pero hay otra Luz mucho más brillante y sencilla: nuestro beso que nunca se acaba…
Cuando Dios está presente tú eres siempre mi Eterna Existencia; en mi Gran Sueño puedo superar a cualquier otro sueño simplemente humano. Puede ser que yo no sirva nada más que para escribir sobre mis sueños pero, al menos, eso me es tan suficiente que este mundo se me hace tan pequeño… tan pequeño… que tengo que salir hacia el Universo para poder escribir poemas en estas mis galaxias que anidan en el centro de mi corazón cuando Dios está presente.
Te prometo que un día escribiré un libro titulado “Cuando Dios está presente” para explicarte y dar Acta de Fe de por qué me expreso así con mi alma llena de sentimientos. Sí. Cuando Dios está presente todo esto está dentro de mí y la Salvación se me hace diaria, día tras día sin dejar de escribir dicho libro contándote todo ello y mucho más… mucho más… que todavía desconoces porque lates en el fondo de mi corazón y estás siempre presente en esta mi conciencia diaria. Si a esto del 16-18 lo llaman locura yo lo llamo, sencillamente, milagro.