El silencio impuesto podemos denominarlo “La Voz del Silencio” puesta que la mujer (en la mayoría de los casos) o el hombre (en algunos otros casos) está comenzando a convertirse en un silencioso grito de libertad. Es un síntoma claro de que llega la primera crisis. Este silencio no se oye pero se escucha con plena potencia y claridad. El mensaje está ahí, y más tarde o más temprano saldrá a la superficie como el pitido de un tren anunciando que el amor está entrando en un túnel oscuro. La primera crisis no es muy visible pero se desarrolla dentro del organismo de la persona que está sufriendo la Violencia de Género (la mayoría de las veces mujeres).
Es cuando los ojos dejan de mirarse de frente y comienza a mirarse al suelo como signo simbólico de que se está derrumbando la relación. Es cuando la pasión amorosa, antes tan alegre y despreocupada, empieza a convertirse en un cuento irreal, en una pesadilla, en un espacio donde sólo queda el recuerdo interno… y la Violencia de Género sigue adelante, dando pasos hacia adelante, siempore hacia adelante. Ha surgido el egoísmo de uno de los dos, la transformación se está elaborando en la mente de la parte violentada. La felicidad es sólo una simulación cara al exterior, para aparentar ante los demás, pero la verdadera realidad es que la mujer (en la mayoría de los casos es una mujer) está siendo como una tumba donde se va muriendo su alma. Es cuando, en vez de hablar, la persona herida (algunas veces el hombre) comienza a escribir un Diario personal y oculto en donde plasma todas sus necesidades de comunicación que no tiene oportunidad de expresar libremente ante la otra parte de la pareja.
La persona que se ve sometida a esta clase de silencio interno se refugia en ese Diario personal porque ya no tiene expresiones que dirigir a la otra parte de la pareja heterosexual (vuelvo a insistir que para mí, y con respeto a quienes opinen lo contrario, las parejas de homosexuales y de lesbianas no son nunca jamás un matrimonio a pesar de lo que digan las leyes interesadas en hacernos creer lo contrario). La persona victimaria va convirtiéndose en una especie de “vegetal” humano y sólo comenta asuntos irrelevantes a la otra parte de la pareja matrimonial. Se está refugiando de nuevo en las banalidades y a veces recurre a recordar su infancia y a esos primeros años de su juventud que ahora se está perdiendo en el túnel oscuro. Internamente se queda prisionera (o prisionero) en aquellos tiempos del pasado feliz. Y llegan las mentiras piadosas, el disimulo social, el querer aparentar ante los demás que existe felicidad en su matrimonio. Es una especie de refugio psicológico que, aunque parezca paradójico, es la lógica consecuencia de esta primera crisis. El Diario íntimo donde escribe su pasado, su presente y hasta su futuro, es su secreto. Un secreto que es La Voz del Silencio y que, cuando alguien observa detenidamente y lo consigue leer, es un verdadero grito de libertad. La otra parte de la pareja (casi siempre el hombre) vive su vida de manera egoísta. Comienza a frecuentar con otras mujeres u otros hombres y a tener relaciones sexuales con algunas de ellaso ellos. La primera crisis termina siempre con el primer engaño sexual a la otra parte del matrimonio.