Dejaré la poesía libre,
apátrida,
sin ciencia, sin religión, sin arte,
para que fluya
para que vuele
para que llegue,
y en el exilio,
tocará tu alma
la rozará
como una caricia.
Abrirá la puerta
el pecho,
Me acurrucaré
con mi poesía
dentro.
Alli, como un pájaro que pia
rozándote dirás:
¿qué es eso que late dentro?
Es mi poesía libre
que anidará en tu pecho.
© onlythebestones 2007
¡Que suave melodía! Directo y contundente, inspirador y a la vez… único. Eres poeta de pura sangre y eso se nota. Felicidades
Saludos:
Aquí tu poema cala hondo. Y, pareciendo cabalgar entre verso y verso con sencillezno medida, se ajusta al “sentir”. Aquí palpita el verso y el poema se transforma en “corazón”. Del poema alcanzamos a percibir diferentes niveles, estratos que forman parte de lo emoconal, de lo formal, de la palabra en su semántica, de la palabra necesaria, porque sin ella el poema cojea.
“Dejaré la poesía libre,
apátrida…”
Tu compromiso se unifica con tus “sentires”. No es sencillo crear un poema en ese sortilegio del quehacer profesional…porque se nota que está en exceso perfilado. Quien te escribe no tuvo referentes formales para escribir…Luego vino Machado y otros muchos que me indicaron el cómo y el por qué de tanto invento.
Un saludo muy especial, quizá porque como “Ismael” aprecia…lo escrito sentido está. Con mis mejores deseos. Gracias.
Plas, plas, plas, plas. (Esto son aplausos calurosísimos). Me ha encantado tu poema. Hacía mucho que no me gustaba tanto algo que no saliera de la pluma de un Juan Ramón Jiménez, Lorca, etc.
Muchas gracias.