Joven y anciano,
Querido y odiado,
Oscuro e iluminado,
Fresco y cansado.
Asesino y asesinado,
Presente y olvidado,
Corazón Helado.
Caído y dejado
De los que le temen, por su ser.
De los que le odian, por su manera de actuar.
De los que lo aprecian, aunque asustados de su origen.
De los que lo quieren ver muerto, por su mera existencia.
Dejado por casi todos, no agradable para muchos, para muy pocos querido.
Por él todo esto conocido,
Y a pesar, a su propio pesar,
Por esto ha sonreído.
Pues nada le ha de preocupar
Mientras pocos queden que no lo quieran perdido.