Se que no soy nadie,
ni me oyes,
ni me sientes,
porque no existo,
porque no existo para ti,
lo sé,
porque te conocí en un breve suspiro,
en una lejana imagen
llegada a mí desde tu mundo,
de un mundo cruel y despiadado.
Pero te escribo,
y quisiera ser algo más que eso,
algo más que un amago de consuelo
flotando en lo abstracto de la inexistencia.
Porque tus lágrimas fueron mías sin pedirlas,
fueron mías por tenerlas en estos pequeños
ojos de color marrón; marrón como tu piel,
como el roble,
como tierra desierta y mojada.
Es así, si…la vida,
aquella que nos ve,
que nos juzga,
que nos ignora…así.
Así es tu dolor infame,
tu locura que es…mi locura,
por no entender,
por no ser ayuda,
suspiro,
cobijo,
la locura de este mundo loco…loco.
Y para ti el sol,
la lluvia,
el oro brillando bajo el río…
Y así me despido desde mi mundo..hasta ti.
Muy sentido este poema que tiene agilidad en el ritmo y que interpreta una sensación de mundo completo en la vaciedad del entorno. Lleno de luz (el oro brillando bajo el rïo)flota en él lo abstracto de la existencia que se convierte en inexistencia para volver a emerger como una conciencia del ti en el mi. !!Precioso NASIA!!. Por cierto… ¿cómo te encuentras?… hacia un tiempo que no emergías por aquí… pero ahora apareces como rayo de luz. Un besote vorémico.
Cuando amamos dejeamos en cierto modo de existir dentro de las coordenadas de lo temporal y acústico. Tu poema me llegó.
Amigo mío!,
A veces voy, vengo..pero siempre vuelvo con vosotr@s a este pequeño gran espacio que me hace sentir tan bien.
Por fín conseguí cambiar de trabajo y tener un horario más flexible ( necesitaba algo más de tiempo para mí ).
¡Un besote muy fuerte!.
Pd: ¡Muchas gracias por tus palabras!.
Y que fácil es dejarse llevar por el espacio callado y simple.
¡Un besote!.