Pensé que mi dolor era infinito
Y que tu ausencia merecía la pena
De esperar que volvieras algún día
Como la primavera
Pensé que la distancia que pusiste
Igual que una pared de cal y arena
Te ayudaría a ver la jerarquía
De mis venas
Pensé…pensé…pensé… y pasó el tiempo
La pasión se apagó como una hoguera
Y aunque estaba el recuerdo todavía
El amor ya no era
Miré a mi alrededor y vi a la vida
Y entonces comprendí que la tragedia
Es mucho mas que un beso que se pierde
O no se quiere dar
O se nos niega
La tragedia es el hambre de los pueblos!
Las inútiles guerras!
El egoísmo de los poderosos
Su cultura siniestra
La vergüenza que maneja al mundo
Su pobre inteligencia
Que nos arrastra a un lúgubre futuro
De basura nuclear
Sin primaveras.
…Y creí que mi dolor era infinito!!
¡ que vergüenza…!
¡Muy bueno, Moriben! He leído todo el poeta y comparto idénticos sentimientos. No sólo tiene mensaje profundo sino que tiene profunda expresión.¡Excelente!
Donde digo “todo el poeta” quiero decir “todo el poema”.
Es amigo mío aquel que me socorre, no el que me compadece (Thomas Fuller). Pues eso.
La única diferencia entre un capricho y una pasión es que el capricho suele durar algo más (Oscar Wilde).