Quito, 21 de enero de 2005
Seguiremos adelante contra el viento y la marea y al levantar la vista veremos una Tierra que sea Cristiandad…
Lo más importante del día ha sido la reunión de hogar. Aquí, junto a mis hermanos, me he alimentado del conocimiento del bautismo en la inmersión del agua, la que da vida eterna, la verdadera resurrección humana de los cristianos. Y ahora veo con otros ojos llenos de más Luz el porqué de todas las causas justas.