Un día tras otro te acechan imágenes, risas, palabras… cada una con su propia vida e historia…
Tu mundo se basa en simples puertas, en habitaciones oscuras que ocultan numerosos atractivos y a su vez peligrosos misterios de la existencia, todos estos basados en experiencias de tu vida, y todas estas aparecen en tus sueños “freudianos”; preconsciente, consciente e inconsciente parecen ponerse de acuerdo, y viajas de una puerta a otra….
Un cuerpo. Un cuerpo yace en un rincón de una nueva habitación abierta, un cuerpo inerte que ya no podrá volar, un cuerpo divino cuyo corazón parece que se ha cansado de palpitar al ritmo de esos pasos intensos y decididos, un cuerpo muerto con las manos repletas de sangre, que no cesa de recorrer esos dedos hasta buscar el salto definitivo al suelo….
Una mascara. Una mascara no para de mirarte y vigilar cada paso que das en la nueva habitación; maldito rostro artificial con el que los hombres cubren su rostro natural, queriendo transformarse, ocultarse o representarse como algo que jamás podrán ser, pero siempre verás más allá de esa máscara, para ti esa intención de ocultación se convierte en el simple hecho de la revelación de la persona.
Simplemente…..abre otra puerta y disfruta con cada uno de tus sentidos….
La vida como puertas que esconden momentos buenos o malos… interesante reflexión,aunque además de abrir puertas hemos de saber cerrarlas cuando no nos gusta lo que vemos… me ha gustado mucho tu texto
Un saludo