DON JUAN … ¿Por qué te vas con él, Dulcinea, por qué?.
DULCINEA… Porque sueña…
DON JUAN … Es absurdo. Soñar es absurdo. No he visto mayor embaucador en este mundo que quien ofrece sueño a cambio de existencia.
DULCINEA … No, Don Juan. Te confundes. La única esencia de toda verdad es el sueño que cabalga por la meseta de todo corazón humano.
DON JUAN … Piensa bien, Dulcinea. Actúa como una mujer sensata.
DULCINEA … ¿Acaso la mujer sensata es sólo aquella que te espera complaciente a que goces de su materia sin tener en cuenta sus propias emociones?.
DON JUAN … ¿Pero qué clase de emociones te puede cumplimentar quien sólo conquista castillos en el aire?.
DULCINEA … No busco un conquistador. Alejandro Magno jamás será mi arquetipo de hombre. Tampoco Julio César ni Gengis Khan. Ni tan siquiera Romeo.
DON JUAN … ¿Entiendes bien lo que estás diciendo?. Rechazas la bravura. Rechazas la virilidad. Rechazas la energía. Rechazas incluso al brote juvenil de toda tu esperanza. Ël sólo es niebla que camina hacia una loca vejez sin entusiasmo.
DULCINEA … Te confundes completamente, Don Juan. Tú, como Romeo, no le conoces bien.
DON JUAN … En un duelo singular siempre le vencería. La conquista de una mujer es para quien le ofrece más garantía, más porvenir, más lisonja…
DULCINEA … ¿Más engaño?…
DON JUAN … ¿Qué dices, Dulcinea?. ¿Llamas engaño a aquello que proviene del bello placer de la conquista amorosa?.
DULCINEA … Llamo engaño a todo lo que proviene de la apariencia elemental. Yo no soy como Inés. Yo no soy elemental. Yo no soy como Julieta. Yo no soy virginal. Soy una mujer imperfecta y por eso mucho más compleja.
DON JUAN … ¿Y cómo llamas entonces a la fantasmagórica procesión de la desdicha de un hombre sin futuro?.
DULCINEA … Él tiene mucho futuro. Más futuro del que puedes imaginar. Incluso más futuro que tú.
DON JUAN … ¡Qué ingenuidad!. El futuro es hoy mismo. Y yo te llenaría de presente.
DULCINEA … ¡Vaya presente más débil!. Un presente sin más idealismo que vivir en el simple hecho de vivir no me convence. Prefiero otra clase de existencia más enigmática.
DON JUAN … ¿Y qué más puede desear una mujer hermosa?.
DULCINEA … Puede desear la locura de lo incierto como aventura para realizarse fuera de los espejos y dentro de un sueño llamado utopía.
DON JUAN … ¡Eso no es vida ni futuro ni esperanza para una belleza como tú!.
DULCINEA … No todas las mujeres bellas somos Cleopatras en medio del festín de un oasis lujurioso. Somos carnales… pero muchas mujeres bellas somos tan carnales que soñamos ser viajeras de las dunas sonámbulas en donde los molinos de viento acarician nuestro cuerpo y nos besa el aire de las plumas de un humilde gorrión montaraz.
DON JUAN … ¡No puede ser!. ¡No puedes elegir a un simple gorrión montaraz cuando delante de ti tienes el bello espectáculo de un faisán acariciando tu belleza corpórea!.
DULCINEA … No he deseado nunca nada más que el entusiasmo de saciarme la sed en las cuencas de las manos de un soñador de imposibles.
DON JUAN … ¡Despierta!. La mejor manera de saciar la sed para una mujer hermosa es beber de la fuente cristalina de un palacio con su jardín lleno de jazmines. ¿Tiene él un palacio con un jardín lleno de jazmines?.
DULCINEA … Tiene él algo superior. Tiene una amapola roja y solitaria a la que riega todas las madrugadas con el rocío del diálogo enriquecedor.
DON JUAN … El diálogo que yo te ofrezco es más preciado y más precioso porque está envuelto en la plenitud del sol en vez de la fría atmósfera de la soledad. Está lleno del color de un alba envuelta en galanura, en fineza, en asombro, en deleite y en placer.
DULCINEA … Eso sólo sirve para llenar un momento efímero del día. Pero ¿y cuándo llega la noche?. ¿Qué ocurre con todo ello?. Yo prefiero la eternidad del sueño permanentemente enamorado y alimentado de pertenencia única y unívoca.
DON JUAN…¿Aunque él solo sea un perdedor en medio de esta sociedad globalizante?
DULCINEA … Amo al perdedor que se encumbra gracias a sus entusiasmos y no al ganador que se jacta de sus mil conquistas en base a los antojadizos y convenientes resplandores de lo superficial.
DON JUAN … Sólo en la superficie el hombre y la mujer se conocen con verdadera exactitud. Ir más al fondo de las cosas supone tormento.
DULCINEA … Pero supone también ansiedad, emoción y consuelo… mientras que lo superficial siempre acaba en desconsuelo, frialdad e indiferencia.
DON JUAN … ¿Y si te prometo que cada día vivirías una primigénica pasión desenfrenada?.
DULCINEA … Yo no he nacido sólo para eso y la única promesa que admiro es la de la voluntad de seguir siempre hacia delante. Pase lo que pase. Con él. Los dos. Viviendo los dos. Creciendo los dos. Muriendo los dos. Sin desmayo.
DON JUAN … ¡No me doy por derrotado!. Tienes veinticuatro horas para despertar del hechizo de su falso sueño. Todos los sueños son falsos y así lo considerarás cuando mañana veas la brillante realidad de tu materia. ¡No me doy por derrotado!. Hablaremos mañana…
Vaya, vaya con Don Juan. Tiene todavía mucho que aprender, al menos en cuestión de mujeres. Je je. Me gusta Dulcinea, si señor. Un beso. Alaia
!Ay, Don Juan Don Juan… ¿en qué mundos del machismo narcisista te hundes?. Dulcinea es mucho más profunda… !y me alegro enormemente de que elija la aventura de vivir siendo mujer que morir siendo objeto!. !Bravo por tu bonita controversia, Diesel!. !Espero que mañana continúe…!. Un beso, Diesel. ¿Qué dirán Don quijote y la Inés a todo ésto?. ¿Podríamos ver escritas sus opiniones?. Gracias, poeta…
Es que Don Juan se encuentra en el camino de la “glamourosidad”, Alaia… mientras Dulcinea comprende la existencia a manera de idealismo dentro de su realidad soñadora.
Lo intentaremos, Carolina… !vamos a ver qué oposiciones surgen en la contienda!. Un beso, amiga voremista.
Querido amigo diesel te has superado a ti mismo, con tu dialogo refleja que tienes el lado femenino como más puede desearse de un hombre. Yo me he sentido reflejada en los dos pues mi lado masculino también aflora en ocasiones, me ha apasionado, eres el mejor, desde Mallorca tu amiga Alicia.