Cuántos momentos de duelo pasamos en nuestra vida…, y qué difícil acompañar en el duelo, qué difícil reconocer nuestros diferentes duelos… Yo no encontré mejor manera de estar con mi amigo en su momento de duelos, cuando las miradas y las conversaciones de piel no eran posibles, la distancia impedía los abrazos del cuerpo, los del alma no…

Desde el rincón donde mis letras se sienten…

Hoy te escribo desde lejos, pero pensándote cerca, hoy espero que mis letras lleguen donde yo no puedo hacerlo, escribo sobre tus ojos sin otro motivo que acercarme a un dolor que es sólo tuyo, y también de ti.

Hoy si pienso en ti veo duelo…, o duelos, duelo de quien la vida nos arrebata, duelo de quien no ha de estar, de quien no queremos que esté, duelo de emociones, de experiencias, duelo de ti mismo.

Dicen que el duelo es el único dolor total, duele el cuerpo, duele la personalidad, duele la sociedad y su forma de ser, el dolor de otros, duele el alma…, se lo que duele el duelo, y se que en este momento toda tu vida duele

Cuánto duelo, cuántos duelos, y qué difícil buscar la calma desde el desasosiego, y el llanto desde la aflicción, son los gritos de tu alma en silencio.

Y se que poco a poco vas rompiendo las amargas cuerdas que te atan a preguntas sin respuesta, a emociones que duermen en ti y sólo en ti despiertan, y se que lentamente seguirás al ritmo de nuevas intensidades, ya no serás vencido por la soledad de otros y de ti, divisarás a lo lejos la soledad vencida, para salir del principio del caos donde la luz se ahoga y colocar tu esencia en otro lugar de ti con olor a vida.

Confía en ti, dale espacio a tus momentos, y tiempo a tu emoción, confío en ti…

Y no tengo palabras de aliento ni consuelo, no existen fuera de ti, sólo recordarte que desde el fondo, o desde la superficie, desde cualquier rincón, desde donde lo necesites…estoy contigo.