Y desde que tú estás el bosque está encantado, lo dicen las gentes del lugar.
Dicen que el aire que se respira huele a hierba buena y madre selva. Que siempre un rayo de sol penetra dificultósamente en el follaje y da luz y calor a ese pequeño trocito.
Dicen que a veces una pequeña nube descarga agua fresca en él.
Dicen tantas cosas bonitas desde que tu estás.
Como siempre, tú, traviesa niña jugando al escondite.
Aún ahora que no eres forma, te transformas.
Remanso de paz donde hubo tanta guerra.
Muñequita frágil, miro y aunque no te veo siento tus ojos en los mios.
Tristeza de dos almas que esperan ansiosas tu señal.
Costosas sonrisas sabíendote, o queríendote saber en medio de la fotografía, maldita camara que no capta almas.
Sintiéndote, amándote, añorándote posamos para el triste recuerdo. Sólo dos, pero somos tres. O quizás como inquieta mariposa que siempre fuistes ya no estés aquí. Vuela.
Saludos. Alaia
Frágil y dulce manera de sentir la ausencia de un ser amado. Es muy hondo el sentimiento cuando se vive con la intensidad del despunte amoroso. Muy bonita la expresividad de tu añoranza.