En el ritmo de las huellas lllevo el segundo
atemporal de la vida transitada
por los mundos de todo lo descubierto
en este afán de serte más que un silncio.
Edades resguardadas en la noche oscura
de seres humanos primordiales;
tus besos son la locura aparte de este ensueño boreal.
En medio del ritmo humano alumbrado
po todo lo imposible del infinito
mi amor perdura entre poemas
que terminan dentro del pecho exaltado.
Y entonces una especie de sinfonía
abre su saber donde guarecerse
para acertar en tu cuerpo de mis pensamioentos
y hundirme en tu dulzura sin más.
Preciosa esta reafirmación de amor, tan dulce como su título. Un abrazo.
Otro abrazo amistoso para ti Nocturan… en la dulzura de la noche de primavera..