Hay un arte escondido en mi mente, un arte tranquilo y disparatado. Una nueva semilla creciendo cada día, un renglón para otorgar a estas manos mias que intentan traducir. Mi voz es timida, tan timida que bajo el palpitar de un corazón se puede no escuchar, pero mi danza es viva, sonora y dulce.
Odiaba el dulce de mi azucar, odiaba mi silencio y este prefirió no obedecer y
alzar por empeño su desnudez en poesía.
Quisiera aprender a escribir, quisiera entender en profundidad los versos del mejor pero…¿Quien te enseña a sentir?. Esto si es mio, una capacidad mia y de todos…la capacidad de amar hasta en lo mas profundo.
No se escribir, no se…pero aquí estoy.