Personajes:
El sastre Alfonso
El asno Orejón
El extranjero Nicholas.
Escenario: El sastre, el asno y el extranjero junto a una fuende de aldea.
NICHOLAS.- Pero hombre de Dios, ¿cómo va a poder beber el pobre asno si le tiene usted puesto un bozal?.
ALFONSO.- ¿Es que no sabe usted ese dicho español que dice “no está hecha la miel para la boca del asno”?.
NICHOLAS.- Pero hombre de Dios, ¿no comprende que esa fuente sólo es un caño por donde sale sólo agua?.
ALFONSO.- !Quiá!. !No me lo termino de creer!. !Que por arte de birlibirloque ese agua puede convertirse en miel y no quiero que el asno beba de ella!.
NICHOLAS (partiéndose de risa).- !Qué cosas tienen los paletos de España!. Pero hombre de Dios… ¿es que no le han dicho a usted nunca que el arte de birlibirloque no es más que una manera de hablar nada más?.
ALFONSO.- ¿Y si la manera de hablar de pronto se hace realidad?.
NICHOLAS (partiéndose de risa).- Pero hombre de Dios… ¿no ve que en la realidad existen ya los panales de miel y el dicho verdadero es: “a un panal de rica miel cien mil moscos acudieron y por golosos murieron presos de patas en él”?.
ALFONSO (Quitándose la boina y rascándose detrás de su oreja derecha).- !Ahora comprendo lo que me quería decir mi pobre agüelico que en paz descanse!.
NICHOLAS (Poniendo cara de sumo interés)- Pero hombre de Dios… ¿qué quiso decirle el difunto de su agüelico si es que se puede saber?.
ALFONSO.- Que no fuese yo tan ignorante que confundiera a las “churras” con las “merinas”. !Y mira por donde llevaba toda la razón!.
NICHOLAS.- (partiéndose de risa).- Pero hombre de Dios… !deje ya tanta majadería y venga conmigo que le invito a churros en Casa Merino y quítele ya de una vez el bozal a su asno!.
ALFONSO.- !Quiá!. !El bozal no se lo quito no vaya a comerse todos mis pantalones de pana y tenga que ir yo por toda la aldea en calzoncillos!
NICHOLAS (Partiéndose de risa).- Pero hombre de Dios… !no me sea usted más asno que su propio asno!.
ALFONSO (Rascándose ahora detras de su opreja izquierda).- Pues en pensándolo bien que es mucho en pensar o en qué pensar…
NICHOLAS (Sorprendido).- Pero hombre de Dios… ¿no me sea usted ahora filósofo trascendentalista y existencialista que eso ya está pasado de moda?.
ALFONSO (cabizbajo y mirando al suelo).- Vamos a ver… vamos a ver…
NICHOLAS.- Pero hobmre de Dios… ¿Qué es lo que desea con tanto afán ver?.
ALFONSO.- Que me endigo que quiero entenderme y no sé por donde empezar.
NICHOLAS.- Pero hombre de Dios… ¿por qué no empieza por ejemplo por quitarle el bozal a su asno?.
ALFONSO.- !Quiá!. !Eso es del todo imposible… pues ha de saber que yo soy sastre y endemás el mejor sastre de toda las Españas habidas y por haber que hasta me van a levantar un menumento junto a la ermita, que por eso algunos me llaman El Ermitaño!.
NICHOLAS.- Pero hombre de dios… ¿no me irá a decir ahora que es usted el famosso sastre Alfonso del que tanto se habla en los teatros de la capital y no precisamente por su índice de inteligencia sino por todo lo contrario?.
ALFONSO (mosqueado).- En hablando de moscos ¿qué me quiere endecir usted con eso de todo lo contrario?.
NICHOLAS.- Poero hombre de Dios… !primero quítele ya el bozal al asno y luego se lo explico con detalles explícitos e implícitos!.
ALFONSO.- Le voy a hacer caso pero ¿no me estará jugando usted una mala pasada verdad?.
NICHOLAS.- Pero hombre de Dios… ¿cómo le voy a estar haciendo una mala pasada si usted no tiene ni idea de jugar al fútbol?)
El sastre Alfonos entra, momentánemanete, en razón y le quita el bozal al Asno Orejón.
NICHOLAS.- Pero hombre de Dios… !buenas orejas que tiene!.
ALFONSO.- ¿Quién?.¿El asno o yo?.
NICHOLAS (Partiéndose de risa).- Pero hombre de Dios… !los dos a la par!. Esa es la explicación implícita a este suceso. ¿Desea conocer ahora la razón explicita ya que el Asno ha quedado libre del bozal o mordaza que también es sinónimo de bozal en este caso?.
ALFONSO.- ¿Ha dicho usted, señor caballero de donde sea, que es lo mismo bozal que mordaza?.
NICHOLAS.- Pero hombre de Dios… siendo usted sastre como es por supuesto que sí.
ALFONSO.- Muy en redonda le ha quedado la frasecica señor extranjero.
NICHOLAS (partiéndose de risa).- Pero hombre de Dios… !no se confunda más que, en realidad, no soy un extranjero sino un castizo de Madrid disfrazado de australiano y esa es la razón explícita de todo este asunto redondo!… que la Tierra es un redondo y nada más que un redondo astro… y vaya que si es un redondo astro… y aprenda un poco más de astros en vez de soñar con mordazas, bozales y otra cuestiones similares. Para que se entre de que eta es eta como pronuncian los paletos como usted y la otra es la otra como decimos los ciudadanos de Madrid.
Y termina la obra mientras el sastre Alfonso se va hacia la derecha del escenario todo pensativo y meditabundo con su asno Orejón finalmente liberado y la boina calada hasta sus pobladas cejas y Nicholas, que en realidad es un castizo madrileño se va por la parte izquierda del escenario partiéndose de risa.