¿Cual será la sombra que me vigila
cuando estoy dormido?, la sombra que
me llama amor cuando nadie es testigo,
la luz del sol que irradia en los
versos mendigos; ¿quien será ella?,
que a lejana vista escucho voces,
truenos, maldad y viento, escucho l
os gritos del infierno interno de mí cuerpo.
Oscuridad y soledad, soledad y ebriedad;
gritos desesperados que piden ayuda de
un inquilino más, de uno más. Si, tenemos
razón los del lado este, los del lado
olvidado, a los que Dios jamás los ha
llamado para hacer cosas grandes.
Por eso hay mentes crueles, despiadadas
que no tienen ningún sentido, se acobardan.
Una sonrisa es su única señal de alianza,
el fervor me llama, el sentido de sus
caderas anchas, el temblor del cielo lo
siento latiendo entre mis dedos,
¿a quien le tienen miedo?
¿A caso los sueños de milenio en milenio
se han borrado? Ya no existe dueño del universo,
cada quien es dueño de su propio cuerpo,
de sus propios sueños, su único destino
los llama a ser testigos del infinito
tiempo que ha quebrantado Dioses, templos,
ciudades, niños.
Neguémosle a nuestro Dios el pase al cielo y
supliquemos no nos mande al infierno, con lo
que tenemos aquí en nuestro cuerpo, dentro de
cada uno de los recuerdos, de nuestro propio
infierno interno tenemos bastante para hacer
nuestro propio credo.
Creo que sinceramente, vivir es el castigo más
digno con el que tú Dios puede burlarse de ti y
de tú gente, lo único seguro a está miseria de
vida es la muerte. ¿Por qué llamarle muerte?
porque no mejor: Cambio.
Un cambio eterno quizás.
Se que todas estás palabras se las llevara
algún día el tiempo y que se perderá entre
el sentido común y nadie entenderá lo que
con rabia expreso:
¿Para que vivir la vida de sueño en sueño?
ojala y pudiese volar y perderme en el cielo,
ojala y amar pudiese ser eterno como decimos
que es el universo.
Que si existe un Dios y es cierto, que me
perdone por escribir estos versos.
¿Y si no existe? Tenemos la fe para
asegurar que Dios es cierto.
Tus confesiones son verdaderamente emotivas. Aparece una soledad inmensa y un deseo de revertirla hacia la fe. Pero la fe enfrentada con el crurel realismo de una sociedad emisora de destinos ocultos. !Qué tengas suerte y felicidad si tus versos son propios de un drama personal!. Estoy seguro de que,de ser así, puedes cambiar tu destino con el encuentro de tus propios misterios por vivir. No hay receta. Sólo hay vida y solución en el mañana.