Dejaste sobre la mesa un libro abierto
por una página concreta y misteriosa.
Sobre la página dejaste una rosa
llena de perfume y de tu aliento.
Ahora estoy leyendo tu página querida
sintiéndote dentro de mi alma
y mi paz es quererte en esta calma
del libro abierto y sin herida.
Libro que escrito en la mañana
se llena de aventura por la tarde
y en la noche su página ya arde
del misterio de morder una manzana.
Eva eres tú en este grande libro
de historia inacaba para los lazos
y yo como danza entre tus brazos
leo tu página y escribo.
“Para mí la ventana es tu mirada
y la letra tu espíritu infinito.
En este mundo tan frágil y pequeñito
tu libro es toda mi escapada”.
Y salgo en busca de tu boca
para besarla como hoja ya escrita
y en mi mano letra manuscrita
se queda la rosa cual flor loca.
La rosa, el libro, la dama y el misterio; y como siempre un bello poema de amor.
Me ha hecho pensar mucho tu poema.
Un saludo.
Qué bonito, Diesel, parece de Bécquer.
Tremendamente romántico y bello. Efectivamente, parece escrito por Bécquer de la gran calidad que posee.