Fox Trot es una voz inglesa que significa “paso de zorra” o “trote de zorro” (refiriéndose a una raza de perros que se parecen a los zorros). Es un baile binario (hombre-mujer) de origen anglosajón, que se popularizó a partir de 1912-1913. Tiene una variante que llamada Slow Fox que es un poco más lenta. Los “fox-trots” y los “slow-fox” más célebres han sido:
“Tea for two” (“Té para dos”) que es un tema del musical “No, No, Nanette” de 1925, con música de Vincent Youmans y libreto de Irving Caesar. Esta canción se ha convertido en un standar de jazz habiendo sido grabada por numerosas bandas e instrumentalistas, pero también lo es para los bailes de claqué.
En 1927 Dmitri Shostakovich ganó lo 100 rublos que había apostado con el director de orquesta Nikolai Malko a ver si era capaz de realizar una versión orquestada de la pieza en una hora, haciéndola de una sola vez. Lo hizo en 45 minutos. La estrenó en Moscú el 25 de noviembre de 1928 con el nombre de “Tahiti Trot” y acabó incluyéndola en su ballet “La Edad de Oro”.
“Dinah”, que se refiere a la famosa cantante estadounidense de “rithm and blues” Dinah Washington que tanto influyó en cantantes como Nancy Wilm, Esther Phillips y Diane Schuur. Sirvió de inspiración para Ruth Lee Jones.
Y “Sweet Georgia Brown” (“Dulce Georgia Marrón”); un Fox-Trot de Ben Bernie, Maceo Pickard y Kenneth Casey.
Estos temas, y algunos más también muy importantes, han sido utilizados frecuentemente en jazz.
El Fox-Trot es una danza popular norteamericana, puesta de moda en Europa hace ya muchos años por las orquestas excéntricas llamadas Jazz-Band. Su origen es análogo al del Cake-Walk. Se llama “trote del zorro” (o “paso de zorra”), sin duda por imitar los bailarines, en sus pasos, las cautelosas marchas de dichos animales. Es, por lo general, danza de pareja (hombre-mujer repito para ser bien claro) y su música, escrita en pentagrama, es de carácter alegre y de movimientos moderados.
El Fox-Trot suele tener dos partes en modo menor, con un “trío” en modo mayor y “coda” sobre el tema inicial. En la composición de Fox-Trot se han distinguido, antiguamente y esepecialmetne por la novedad y la elegancia de sus ideas nmelódicas, el español C.Worsley, así como Millán, Pacheco, Guerrero, etcétera. Y entre los extranjeros (antiguamente repito) sobresalieron Carroll, Keppler Lais, Ivain, Pollack y Stolz.
En tiempos más modernos; a finales de la Primera Guerra Mundial hubo conciertos de fox en “walks”, “three steps”, “slow walks” y un tipo de “foxtrot” de vueltas en espiral. A fines de 1918, el Show-Fox se popularizó mucho y pasó a ser conocido como “jazz-roll”. Hacia 1919, un americano llamado Morgan, introdujo una variación a la vuelta en espiral, la cual fue llamada “Morgan Turn”. En 1920 el señor G.K.Anderson introdujo el “feather steep” y el cambio de dirección, figuras sin las cuales no nos podríamos imaginar el Slow-Fox actual.
De los muchos tipos de pasos del Fox-Trot se conocen, especialmetne, el Bronze (“Bronce”), el Silver (“Plata”) y el Gold (“Oro”) pues es cierto que se realizan campeonatos de este baile como si de una Olimpíada de Bailes de Salón se tratase (en algunas películas norteamericanas se han tratado, en sus argumentos, este asunto).
El Fox-Trot (o Foxtrot), que ya hemos dicho que es un baile de origen estadounidense y que nació en 1912, también hemos afirmado que surgió con las primeras orquestas de Jazz. Su nombre (“trote del zorro”) también alude a las primitivas danzas negras que imitaban los pasos de estos animales, en los que se inspiraron los primeros bailarines de Fox en trote. Rápidamente, este baile se convirtió en el más popular de Estados Unidos. Cuando llegó a Europa, encontró una fuerte oposición entre los sectores más conservadores (los clásicos “carcundias” reaccionarios), hostiles a cualquier cambio; pero nadie ni nada pudo impedir que se popularizara también en el viejo continente.
En España (consultar el libro titulado “Del Fox-Trot al Jazz Flamenco. El Jazz en España: 1919-1950” de José María García Martínez, publicado en 1996), en un principio triunfaron el fox-trot, ragtime o charlestón, nombres con los que se conocía al jazz cuando las negras venidas de Cuba bailaban en “deshabillé” en el Paralelo de Barcelona. Luego aparecieron los jazz-bandistas y el primer movimiento musical juvenil de la historia: los pollo-pera (de la alta burguesía social). Más tarde, en la era dorada de las grandes orquestas, medio país bailaría al ritmo del “swing” y el “boogie-woogie” y se enamorarían escuchando a los vocalistas. “Del Fox-Trot al Jazz flamenco” da forma, por primera vez, desde el rigor y la amenidad,a una historia mal conocida: el Jazz en España de 1919 a 1996. Una historia que ni siquiera nuestra Guerra Civil pudo detener y que después de aceleraría con la conmoción del jazz moderno, la censura y la llegada de las grandes figuras del jazz internacional de los 60. Figuras que además sirvieron de pretexto para aglutinar en dos clubs míticos (el Jamboree de Barcelona y el Whisky Jazz de Madrid) a los contestatarios del Régimen. José María García Martínez (nada que ver con el periodista deportivo José María García) ha dedicado años a la investigación, búsqueda y reelaboración de los documentos necesarios para contar el desarrollo en nuestro país de la música más controversial del siglo XX que tuvo sus representantes en Tete Montoliú, Jorge Peral, Chano Domínguez, Carles Benavent, Joe Ferreras, Sebastián Albolat, Luis Rovira, Pancho Iturralde, Vladi Bas, Perico Sambeat, etcétera en el panorama nacional del Fox-Trot español.
A partir del Fox-Trot original, aparecieron dos modalidades actuales en el ámbito internacional: el Slow Fox (fox lento) y el Quickstep (fox rápido). El fox lento se bailaba inicialmente en un tiempo de 48 compases por minuto, número que fue reducido hasta llegar a los 32 compases por minuto a finales de los años 20. El Quickstep, en cambio, tiene entre 50 y 52 compases por minuto.
El baile debe su nombre a su creador, un americano llamado Harry Fox.Los años 30 fueron la época dorada de este género y fue entonces cuanod el slow Fox se introudjo en los bailes Standart (de las escuelas de baile).
La historia de los bailes de salón es muy larga porque es muy antigua pero en cuanto al Fox Trot podemos decir que forma parte de ella (en Estados Unidos, el jazz fox supuso una auténtica revolución y, naturalmente, no pasó mucho tiempo para crearse un estilo de baile adecuado al nuevo ritmo de vida. Este estilo es el Fox Trot que llegaría más tarde a Europa y España).
El Fox-Trot se creó a partir de las danzas ragtime y puede tener sus orígenes o al menos tener mucha influencia de ellas. Su nombre se debe a las danzas que las tribus negras tenían para imitar los movimientos de los animales.
Después de la Segunda Guerra Mundial, con la llegada de las tropas americanas, se empezó a popularizar en toda Europa.
Aunque hay autores que indican que existen varias clases de Fox-Trot, la única diferencia de unos y otros es su velocidad de ejecución. Al baile más rápido, repetimos, se le conoce como Quickstep y al más lento como Slow-Fox.
El Fox-Trot es un ritmo de 4 x 4, en un compás de 4 tiempos. El lento se compone de 30-32 compases por minuto, mientras que el rápido llega a 50-52 compases por minuto. Junto con el vals es uno de los bailes de salón más clásicos y que más admiración despierta. No es un baile tan sencillo como el vals. El baile del Fox-Trot, a diferencia del vals, no ejecuta esas subidas y bajadas que se hacen en éste. Se baila en plano, manteniendo una altura uniforme a la pareja.
Se tiene en cuenta el apoyo del pie (como en el vals) y los primeros ejercicios son tan conocidos como los del vals. Partiendo de la posición inicial con los pies juntos, y en paralelo, adelantamos un paso el pie derecho; luego damos un paso hacia adelante con el pie izquierdo pero abriendo el paso hacia la izquierda y dejando las piernas abiertas; por último, llevamos el pie derecho junto al pie izquierdo para dejarlos situados juntos de nuevo, aunque en una posición más avanzada (un paso).
Ahora hacemos el movimiento contrario, que nos llevará a la posición inicial de partida. Damos un paso hacia atrás con el pie izquierdo; hacemos lo mismo con el pie derecho pero deslizándolo hacia la derecha y quedando en posición de baile con las piernas abiertas. Por último, llevamos el pie izquierdo hacia el pie derecho, alcanzando la postura inicial de partida.
Aunque son los mismos pasos que en el vals, por supuesto esta forma de baile debe hacerse a ritmo de Fox. La práctica es la única herramienta con la que contamos para poder mejorar nuestro baile. Empiece por este primer paso y verá que pronto avanza.
Ahora vamos a completar este ejercicio inicial, con los mismos movimientos, pero empezando a hacer pequeños giros, para que el movimiento no sea tan cuadrado.
Primero adelantamos el pie derecho hacia delante girando 90 grados; luego llevsmos el pie izquierdo adelante, también girando 90 grados, para que los pies queden en paralelo, pero haciendo una ligera abertura, lo que nos coloca con las piernas separadas. Y por último deslizamos el pie derecho hacia arriba, para colocarlo junto al pie izquierdo.
Ahora vamos a hacer el paso hacia atrás, pero no para salir de la posición inicial, sino para volver a una posición perpendicular a la de la partida; damos un paso atrás con el pie izquierdo, girando también en ángulo de 90 grados hacia atrás; luego con el pie derecho hacemos lo mismo, pero ligermaente separado del pie derecho, lo que nos hace quedar en posición de piernas ligeramente abiertas. Y por último deslizamos nuestro pie izquierdo hacia abajo, para colocase junto al derecho y ambos en paralelo.
Si queremos hacer un recorrido completo, tendremos que hacer una ampliación del ejercicio que hemos dicho anteriormente: serie uno (movimiento hacia la derecha), serie dos (hacia arriba) serie tres (hacia la izquierda) y serie cuatro (de nuevo en la posición inicial).
Al igual que en el vals, si hacemos prácticas en parejas (hombre-mujer) debemos saber que cuando ella va hacia delante, él va hacia atrás y que cuando él avanza el pie izquierdo ella mueve el pie derecho.
Aunque al principio no giras de forma rápida, al verdadero ritmo de Fox, no importa… hay que practicar para conseguir la soltura necesaria para poder llevar el ritmo del Fox.
Una buena práctica (y olvidemos lo de bailar con una escoba) para ejercitar todos los pasos es empezar un baile hacia delante y luego uno hacia atrás (insisto en que dejemos de bailar con una escoba porque así no se aprende nunca).
Termino recordando un célebre fox-trot de Charlie Chaplin (el famoso Charlot) en su inolvidable película “Candilejas”: “Tú llegaste a mí cuando me voy…”. Adiós.