El paso del tiempo ha vuelto negras las sillas blancas,
torna rotos los techos de todas las blancas casas,
y el jardín verdoso cubierto de bello jazmín,
se ahoga entre ranpantes lianas, yedras y campanillas.
El paso del tiempo ha secado el pozo del que recogías,
los cubos y pipos de agua para la sed aplacar,
ha dejado seca la tierra que ahora sólo es polvo,
ha cerrado todas las ventanas de cristales rotos.
El paso del tiempo apagó la que era tu risa,
y a cambio ha dejado sus huellas en tu piel,
ha cerrado la luz que inundaba nuestro patio,
donde sólo son tus ojos lo único que no cambió…
El paso del tiempo puede traernos el olvido que no deseamos.
Un abrazo