Daba y daba volteretas el patético payaso de la máscara y el alcohol. Y entre la máscara y el alcohol no hacía más que ir como los picaflores: de flor en flor, de feria en feria, de festival en festival. Siempre abandonando a quienes le llegaron a querer…
Al final el payaso de las volteretas ha dejado el arte poético de sus elucubraciones teatreras y se ha metido a peón de albañil… donde tiene que tener mucho cuidado en dar sus famosas volteretas en los andamios porque abajo… allá abajo… le está esperando la Muerte.
Que muchos buenos obreros murieron por descuidos totalmente inocentes.
Un buen consejo ese que le das al payaso de las Volteretas.
En esta vida hay que cuidarse mucho, dá muchas vueltas.
Buenas reflexiones las tuyas.