El tiempo es oro (escrito por David en Humanidades y Ciencias Sociales): “Podríamos hablar largo y tendido sobre el tiempo pero, valga la redundancia, no hay suficiente tiempo para exponer lo que ha significado para la humanidad semejante convención. Quizás podríamos empezar por el año cero, pero que diablos, el cero no había sido inventado todavía en el año cero. El cero se inventó siete siglos después del año cero en la India, y no sólo eso, la convención del Anno Domini, el año del nacimiento de Jesucristo, no se empezó a utilizar hasta el siglo VIII, el iniciador fue Beda en su Historia Eclesiástica, y no se generalizó ampliamente hasta nada menos que a mediados del siglo XVII.
A veces a uno puede darle la impresión de que cosas que están muy arraigadas en nuestras vidas, como es el caso de la convención del tiempo, han existido así siempre, pero nada más lejos de la realidad. En la antigüedad las formas de entender el tiempo variaban de un lugar a otro, y sobre todo el tiempo se empezaba a contar según un acontecimiento importante relacionado con la religión establecida. La convención del tiempo tal como lo entendemos hoy empezó a gestarse en la civilización babilónica. Los babilonios se dieron cuenta que el Sol cruzaba las mismas estrellas en un periodo determinado, en un ciclo que parecía uniforme. Además conocían que en ese ciclo uniforme se producían doce ciclos lunares, así que el ciclo pasaron a dividirlo en doce fases y crearon doce constelaciones para cada grupo de estrellas por donde iba pasando el Sol en cada lunación. Los griegos, que pasaron a heredar algunas cosas de los babilonios, con esas constelaciones dieron paso al zodíaco (zodion es una palabra griega que significa “pequeño animal”). Los babilonios tenían un sistema numérico sexagesimal, es decir su base era el 60 en lugar del 10 y, como no podía ser de otro modo, las circunferencias las dividían en un múltiplo de su base, de ahí surgió nuestra familiar división del círculo en 360 grados. Teniendo en cuenta esto y teniendo en consideración que la mejor representación de un ciclo es un círculo no es difícil entender que el ciclo Solar pasaran a dividirlo en 360 unidades, y a su vez las doce lunaciones pasaran a dividirse en 30 días. Los babilonios ya se dieron cuenta que su sistema de dividir un año en 360 días no era exacto y así se inventaron un lioso sistema llamado ciclo metónico que duraba 19 años donde cada seis años se añadía un treceavo mes para mantener la sincronización con las observaciones astronómicas. El origen de la división del día en 24 horas no está del todo clara, aunque parece que se lo debemos a los Egipcios que dividieron la fase de oscuridad de un día en doce y la fase de claridad en doce unidades más, aunque obviamente esto variaba con las estaciones y según la época tenían horas más largas o más cortas. En los tribunales de justicia de Grecia se medía el tiempo con relojes de agua o clepsidras para limitar las intervenciones, de hecho los griegos entendían al tiempo como un juez y tenían dos tipos de tiempo: el aion, el tiempo sagrado y eterno, y el chronos, el tiempo ordinario, el tiempo convenido. En un largo periodo de la historia el tiempo se había considerado como un flujo y no fue hasta la década de 1270 d.c. que se inventó el reloj, y las horas pasaron a dividirse en 60 minutos y los minutos en 60 segundos como si se tratara de una herencia del antiguo sistema sexagesimal babilónico. Así tenemos que las divisiones que estamos comentando son o múltiplos de 12 o múltiplos de 30. El periodo de 1250 a 1350, espacio de tiempo donde se produjo la invención del reloj, entre otras muchas cosas, es considerado por los historiadores como un momento decisivo critico de la historia mundial, donde se produjo de un modo muy evidente la aceleración del desarrollo de Europa, dejando atrás muchas otras civilizaciones que habían despuntado hasta ese momento, como la Árabe, la China o la India. A este periodo se le llama “periodo bisagra” y aunque existen muchas teorías de porque se produjo, a día de hoy no tenemos una verdadera respuesta. Parece que en ese periodo se empezó a producir la obsesión por la exactitud en todas las áreas, especialmente en el terreno de la medición, que tuvo efectos psicológicos y sociales muy profundos, dando paso al método científico. A mi esto del “periodo bisagra” me ha dejado patidifuso… Y ahora para todos ustedes damos paso a “Time” de Pink Floyd, disfruten con la Historia del Tiempo!!!.
Nota Adjunta: Como yo ya tengo terminado mi libro completo sobre “El tiempo vivencial: divisones y subdivisiones” y como no tengo ganas de seguir trabajando ahora y ya he escrito todo lo que tenía que escribir sobre el tiempo; pues me he limitado ha publicar el texto de David (que no deseo analizarlo sino respetarlo en total silencio) y cojo, lo paso a Textale, cierro la computadora y me voy a dar una vuelta por ahí a ver si encuentro algún otro tema que me haga pensar…