En la senda frondosa
de entre olivares
y castaños
duerme el fruto de
la conspiración.
De entre los cauces
de agua turbia
y corriente fría
está el vivar de
tu alma.
Vida mía.
En la ladera alta
de hojas verde
y madera fuerte
están tus ojos….
Vida mía.
Los juglares
cantan las andanzas
y alegorías de
nuestro amar.
Y los sauces
de mil años de
pasar hablan de vos
en las roquedas.