Más allá de ese límite sublime
de las nieblas y el viento desolado
existen las verdades derivadas
del vivir pendiente del Destino.
Un camino pleno de existencias
en medio del marítimo paisaje
y una alondra de vuelo sin retorno
pautando las parábolas del aire.

Más allá de ese punto suspendido
en el alma del viento huracanado
la paz del alma se vislumbra
en el alba del todo amanecer.
Una ruta de sentires perviviendo
en la paz y el amor de los segundos.

Más allá de ese tiempo definido
por las suaves caricias de tus besos
existe un corazón llamado Vida
que rebosa de parábolas sembradas.
Un estar pendiente de las horas
junto al cuerpo del sueño susurrado.

Más allá de ese estar siempre viviendo
en la atmósfera del amor y la locura
está situado el mundo que revive
las llamas del amor inconfesable.
Un círculo de idas y llegadas
en este carrusel de las edades.

Más allá de tus labios encendidos
arde la vida entera del viaje
y yo, caminando entre tus sueños,
pervivo de palabras tan sinceras
como el éter del ser entremezclado
en los jazmines de tu boca en flor.