Pensó en marcharse en pos de riquezas que hicieran paliar la pobreza en la que estaba sumido. Volvería rico y famoso. Después de mucho cavilar, puso fin a su penar. Armándose de valor dijo a los suyos.
_ Está decidido…me voy a recorrer aventuras que me llenen de felicidad, al país de la fortuna.
_ Nos abandonas?_ respondieron_ Si marchas nada te llevas, puesto que nada tienes…vacía las alforjas. Lo que llevas no es tuyo, no te pertenece.
Le abrieron la puerta y sin un adiós marchó en busca de una nueva vida.
El frío de la mañana le dio una bofetada, inmensa, dolorosa. Mas no tuvo temor. Ante el se descubría un nuevo mundo lleno de peligros. No conocía a nadie, se sintió solo y desamparado .El paisaje era desolador, inmenso. El horizonte se vislumbraba lejano.
No sabía qué camino seguir. Hacia donde buscar el camino que le llevara donde se realizaban los sueños de las personas. No tenía nada salvo su vida y esta era insignificante.
Sin techo, sin enseres, sin comida……¿ qué haría?. Enseguida se dio cuenta de que en aquel mundo no había lugar para el y sus sueños.
La realidad era lo que había dejado atrás. Decidió volver sobre sus pasos derrotado, cabizbajo y con las manos vacías.
_ Me odiarán por esto…pensó.
Mas no fue así. Le acogieron de nuevo con los brazos abiertos y fue muy feliz.
(Nota: Vivencias de un niño de 8 años que después de leer un libro de aventuras, salió en pos de ellas.)
!Muy bueno Wersi!. Me enganchó el mensaje de la bravura infantil de los sueños iniciales y las`persistentes rudezas de la vida del realismo social. Te quiero un montón, mi amiga..
Que bonito, pobrecillo, es que para un niño de 8 años es muy dura la perspectiva de la soledad más absoluta, el desamparo se cuella de puntillas en su corazón. Un abrazo.