EN EL PARQUE

Hoy necesitaba pensar, no viene mal sacar un momento para ti mismo y esconderte del resto para verte sólo a ti, por dentro y por fuera.
Salgo de casa sin rumbo, no quiero lugar, quiero acunarme en un pensamiento cuyo balanceo me lleve a una sucesión de nuevos pensamientos. Así que sigo caminando, no se adonde, así que, vamos hacia delante, pero esta no es una buena ciudad para esconderse del mundanal ruido, me conocen demasiado, así que me veo obligado en mi travesía hacia ninguna parte a saludar a gente que ni me agrada y mucho menos me interesa, por lo que agarro mi pensamiento principal con los dientes para que no se me pierda y me concentro en un lugar recóndito donde poder estar con la única compañía de mi capacidad onírica.
Por fin un parque, sombrío, siniestro y muy frío, ( éste es perfecto ), nadie en ningún sitio, de vez en cuando algún paseante esporádico que no repara en mi figura camuflada en la oscuridad.


_ Abrázame pensamiento _ Y mi pensamiento vuelve a abrazarme, y me sumerjo por completo en él. Adoro esos momentos. No me gustan cuando son muy repetidos, prefiero echarles en falta.
Y van surgiendo frases que dan lugar a afluentes importantes de aquel original pensamiento: “Algunas vidas son como aquellos horrorosos regalos que no puedes cambiar, así que te ves obligado a sacarle utilidad”.“La realidad es aquello que un loco dictaminó como lo válido, sin opción a nada más”. “El amor es esa peligrosa quimera que te escupe fuego si equivocas tu objetivo”…
Y de repente un estridente sonido me empuja violentamente al mundo real. Qué ocurre. Ah, es el móvil, me llaman. ¡ Coño, mi colega el Chino ¡ Es curioso como la mente es capaz de pedir socorro sin darte cuenta y muy satisfactorio tener gente que acude a esas llamadas sin ser llamadas.
Hemos hablado cerca de 20 minutos, ( y eso que el tío está en Alemania ). Me ha venido genial contarle mis desvaríos y preocupaciones. Qué importante es saber elegir a la gente de la que rodearte y a la vez qué difícil joder. El caso es que el chinito, tampoco se encuentra muy allá y hemos ideado un plan que considero a día de hoy muy satisfactorio para ambos. Me ha pedido que me vaya a vivir con él.
_ ¿¡ A Alemania ¡? Estás loco chico, de verdad _ Ha sido mi primera reacción, pero, en muy poco espacio de tiempo, y casi sin dejar que me responda a mi arrebato de histeria, he dicho en voz alta:
_ Qué coño, y por qué no . Un cambio más, es sólo eso.
Y así hemos quedado.
Después de colgar, cuando me disponía a seguir el hilo de mis pensamientos, me he descubierto a mí mismo como si fuese una isleta rodeada de un mar de heces caninas, con lo que he comprendido por qué nadie disfrutaba de aquel recóndito lugar.
Y vuelvo a lo mío, que para eso estamos.
Y no encuentro el camino, así que cierro los ojos, e intento salir de mí para que nada me influya, ni yo mismo. Lleva su tiempo, pero es increíblemente gratificante. Y cuando ya era un mero espectador de mi propio cuerpo, decido observarme. Caramba, veo a la tristeza y la alegría jugando a las cartas frente a mí. La primera me mira y sonríe con siniestra expresión y la última llora desconsolada, así que saco pecho, me siento en ese horrible círculo de espectros y pido cartas. Y me viene un último pensamiento:
_ Espero ganar esta mano.

2 comentarios sobre “EN EL PARQUE”

  1. Enorme TRIPHOP. La mano la ganas seguro. En este juego de cartas escondidas en un parque solitario y frío es donde se realiza el verdadero y profundo ejercicio de la vida. “La realidad es aquello que un lcco dictaminó… ” dices. Y es cierto. Un loco interno de nosotros mismos que hizo que nos abrazásemos al pensamiento.

  2. . ¡Joder! es tan complicado jugar a las cartas cuando no sientes motivos para hacerlo… y ¿pensar “por qué no”?, eso sí que es difícil, la hostia. Eres muy fuerte. Y aunque ahora mismo no te des cuenta de ello (porque sé que te sientes débil, porque no confías en ti mismo, por muchas razones mortales…)yo sí sé que eres fuerte y que en esta vida, cuando vayas subiendo de peldaño te darás cuenta de que la gente que no te supo ayudar a escalarlo te va a envidiar (sin que tú lo busques), porque al aumentar el conocimiento, aumentará la capacidad de salir adelante, aumentará el amor a todo lo que te crece dentro y fuera. Tu forma de reir será inmensa y contagiará a quien te rodee. Tiene que ser así.

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