¿A quién importa, díme tú,
que mis manos busquen horizontes
donde los cometas golpean sus dedos
con las arterias del universo pleno?.
¿Díme a quién le importa que mi vida
gire en los círculos llameantes de la historia
tropezando con los versos sucesivos
y el plasma de un instante sobre el cielo?.
Yo te entrego todos mis minutos
para que la bruna luna del silencio
los llene de besos de esperanza
en esta noche de luz en sus caricias.
Y abren las horas compartidas
en tu sueño anónimo y templado
en esta ruta de ser sólo humanos
en el largo trayecto de las palabras.
Yo te entrego lo imposible de mi pulso
solidario como emblema de fantasía
y en el hondo silencio de la savia
de todo lo imposible de mis manos
en vivo te esculpo la Estatua del Paisaje
como medida infinita de mis ojos.