Miro la vela encendida
y siento que me cuenta sus secretos,
me habla de la cera,
de las manos que la hicieron con pasión,
de su color..
Y la vela sigue hablándome
de repente, hace una pausa
y se queda conectada con su fuego,
siento que se aman,
porque se conectan,
se complementan,
gotea suavemente su lágrima
de alegría,
y dice:
“si no me enciendo,
no vivo”.
“Si no me enciendo no vivo” si no arden mis llamas no siento… que cosas! me gusto mucho…