Encontré a un amigo en el infinito. Allá donde las tardes no mueren. Allá donde no hay malos entendidos.
Volando, riendo,llorando…encontré a un amigo.
Su vida le daba voz a mi silencio. Era sinfonía delicada y violonchelo en mis quebrantados días.
Cada nota musical hilaba mis entrañas. Era cordura, locura y sueño. Era un amigo.
Efectivamente, NASIA, la amistad verdadera es cordura, locura y sueño de compañía eterna. Muy bueno tu texto.
Que suerte que encontraste un gran amigo.
Cada nota musical hilaba mis entrañas.
Esta frase me ha gustado mucho, le has dado vida a tu texto con ella.
Un abrazo NASIA
¡Que suerte, que felicidad la tuya! Ten cuidado no lo pierdas de vista…