La cita con Paquito Verbenas “El Capricho De Las Nenas” (Su Graciosa Majestad), la hemos acordado y recordado -y espero que no le falle la memoria o desbarre demasiado- para las cuatro y media de la tarde del día de hoy, 23 de abril del año 2014 después de Jesucristo, en la Sala Multiusos del Hogar de Molina de Segura, en la Plaza del Pensionista. Como tengo por costumbre saber esperar a mis entevistados y/o entrevistadas me doy un tiempo para la lectura mientras llega la hora de enfrentarme a este grandioso periodista y supergrandioso escritor que nos tiene a todos y a todas con la boca abierta de lo gracioso que es o, por lo menos, de los gracioso que se cree que es. Espero que esta supergenial Entrevista demuestre lo contrario o confirme lo contrario o a ver si es verdad que es tan gracioso. No tengo prisa. He almorzado en el Hogar, he tomado ya el café con leche en el Hogar, he rebajado la concentración con un vaso y medio de agua en el Hogar y, espero, leyendo, en el Hogar. Todo gira en torno al Hogar y hablando de torno a ver a quien de los dos le falta algún tornillo. Dejo pasar el tiempo para coger al toro por sus cuernos, que no quiere decir nada malo sino enfrentarse cuerpo a cuerpo… no vaya a pensar algún malpensado que estoy refiriéndome a otra cosa… cosa totalmente ajena por completo a mi sana voluntad. Vamos a ver si la voluntad de Paquito Verbenas “El Capricho De Las Nenas”, más conocido por Su Graciosa Majestad, es tan sana como la mía. Esperemos. Solamente esperemos. Porque quien a gracias mata a gracias muere. No se tomen esta frase al pie de la letra sino solamente como un puro Simbolismo nada más. O sea, cuestión de bolas. El Simbolismo solo es cuestión de bolas y saber hasta dónde podemos llegar con el salero… porque a sal gorda (como la de Paquito) siempre le responde la sal fina (que no es mía sino que se la he pedido prestada a una vecinita con permiso de mi chavala por supuesto). Y mientras el momento fatídico llega yo me dedico a darme un garbeo antes de leer algún titular. Espero que no falle a la cita aunque falla bastante Su Graciosa Majestad en los vocablos que utiliza en sus columnas periodísticas para mofarse del Hogar quizás porque le untan bien untado los del Casino.
Después de leer un par de columnas de opinión y alguna noticia suelta, bajo al primer piso, y asomado ya a la puerta, le veo en la lejanía algo así como totalmente enrojecido. Como Juan está a mi lado y de mi parte, le pregunto la causa de ese color en Paquito “El Verbenas”.`Juan me lo explica y tomo notas rápidamente antes de que llegue López: “El pimentón de Murcia se obtiene de la molienda de pimientos totalmente rojos de la especie “Capsicum annuum”, variedad “bola”, maduros, sanos, limpios, secos y totalmente libres de plagas y libre de enfermedades. Desde el punto de vista de la elaboración del pimentón, los pimientos se dividen en tres partes: pericarpio. semillas y pedúnculo, siendo los porcentajes de los mismos en fruto desecado los siguientes: pericarpio (50 mínimo), semilla (40 máximo) y pedúnculo (8 máximo). La relación de peso fresco a peso seco debe ser, como máximo, de 5/1.
Cuando llega le saludo cortésmente para darle el primer corte porque lo cortés (o sea lo de dar el primer corte) no quita lo valiente.
Diesel.- Buenas tardes, Graciosa Majestad. Viene usted con la cabeza muy gorda… digo… muy roja…
Paquito.- Sin bromas, Diesel sin bromas.
Diesel.- Tener la cabeza muy gorda… esto… digo… muy roja… no es ninguna broma que yo sepa. ¿Recuerda usted al azafrán de la época de los 50?
Paquito.- Algo de eso he estudiado en mi infancia.
Diesel.- Y por eso se le ha quedado tanto conocimiento en su cabeza que, además de roja, la tiene usted muy gorda, y me refiero a la cabeza, no vaya usted a pensar mal de mí porque yo no me fijo en esas cosas de los hombres. ¿Verdadero o falso?
Paquito.- Debe ser verdadero.
Diesel.- Pues ya que estamos en el camino de las verdades… ¿subimos o no subimos?…
Paquito.- ¿Es que hay aquí un ascensor?
Diesel.- Para la gente agobiada sí. Los que no tenemos agobios subimos por la escalera. ¿Está usted agobiado o la mala leche le viene de crianza?
Paquito.- Subiré por la escalera.
Diesel.- Tenga cuidado con la revuelta no vaya a ser que usted tropiece con alguna revuelta y tengamos que llamar a los de Salvamento y Socorrismo.
Paquito.- ¿Con alguna revuelta? ¡Válgame Dios! ¿Dónde me he metido yo?
Diesel.- En un pequeño infierno, Paquito, pero no se preocupe que a la hora de repartir las ostias no llega la sangre al río. Si alguna revuelta, por causas ajenas a mi voluntad pero propias suyas, le da una ostia…
Paquito.- Lo siento… lo siento de verdad…
Diesel.- Se equivoca usted. Yo no estoy enfadado ni ofendido pero las revueltas puede que tengan ganas de darle usted un merecimiento como se merece, Graciosa Majestad.
Paquito.- ¿Dónde podemos hablar seguros, Diesel?
Diesel.- En el Salón Multiusos. Cuando llegue uste al piso de arriba no tiene pérdida alguna porque se encuentra justo al lado del water de los caballeros. Pero ni se atreva a usar el water de las revueltas porque en ese caso puede usted hacer aguas por todos los lados. ¿Me explico bien o hace falta que se lo ilustre como si usted fuera de la edad preescolar que es que va usted diciendo por ahí que es muy jovencito comparado con nosotros? Suba usted al Salón y espéreme un momento porque tengo que orar por su vida.
Paquito.-¿Es que he provocado alguna guerra?
Diesel.- Ha provocado usted una guerrilla que, de momento, sólo es urbana pero que, por supuesto, puede llegar a ser hasta campesina. Antes de que me espere bien sentado, tengo una buena pregunta ahora que hablamos del campo. ¿Qué sabe usted del campesino?
Paquito.- Sólo que se llamó Valentín y fue un valiente bajo mi punto de vista.
Diesel.- Pues anote usted en su memoria que era un malcocinado de Extremadura, señor cronista de la ciudad de Molina de Segura.Yo no le estaba preguntando por El Campesino en particular sino por el campesino en general. ¿Seguro que es usted el mejor cronista molinense que la Historia ha visto suponiendo que la Historia tiene ojos? ¿O es usted como los ajos?
Paquito.- Me repito bastantes veces.
Diesel.- O sea que se pica….
Paquito.- Eso es. Me pico demasiado.
Diesel.- ¿Con los del Hogar? ¿Es que le pagan los del Casino para picarse con los del Hogar?
Paquito.- ¿Cómo lo has descubierto?
Diesel.- Por la fotografía. Es bastante feo en la fotografía pero visto al natural es usted todavía mucho más feo. Y perdone mi sinceridad pero es que me han dicho que es usted muy sincero cuando escribe. Ahora bien… ¿es usted muy sincero cuando piensa y es de los que piensan que a grande cabeza, o sea a grande cabezón como el suyo, más y mejores ideas corresponden o a la inversa? No le estoy llamando invertido sino divertido. ¿Qué opina su grande cabeza, Graciosa Majestad?
Paquito.- Me has hecho un lío.
Diesel.- Pues ya sabe usted que un lío es una coliente de agua. Es que sé bastante del idioma chino, Graciosa Majestad. Así que haga el favor de esperarme sentado un buen rato porque tengo que consultar una fuente informativa. Por cierto… ¿de qué fuentes informativas bebe usted cuando habla del Hogar de Molina de Segura?… ¿De la cotilla del primero izquierda de su portal o de la cotilla del primero segunda de su portal?…
Paquito.- Depende.
Diesel.- ¿Depende del chisme o depende del chiste? Total, cambiando una eme, y no quiero decir que usted escriba una eme, por una té, y pida usted un poco de té que en la Sala Multiusos es gratis, resulta que del chisme pasamos al chiste. ¿Le parece a usted graciosa mi manera de expresión o tiene usted objeciones, Graciosa Majestad? ¿Casisí o casino?
Paquito.-Estoy un poco acongojonado.
Diesel.- El López está acongojonado.¿Quién lo desacongojonará? ¡El desencogojonador que lo desencogojone buen desencogojonador será! ¿Le gustan los trabalenguas para entendernos o sigue usted sacando la lengua cuando se traba?
Paquito.- Nunca me he visto en mayor apuro.
Diesel.- No. El puro aquí no. El puro… y ya sabe usted a lo que me refiero… se lo mete usted a otro pero ni a mí ni a nadie del Hogar… ¿qué tal ve mi chistera?
Paquito.- Muy graciosa.
Diesel.- Pues tiene usted que graduarse la vista además de las neuronas… porque no es una chistera sino un sombrero. Así que suba al piso de arriba, entre en la Sala Multiusos y espere solo un momento que ya subo yo enseguida. Si necesita el water de caballeros por favor, al final, tire de la cadena. Yo también me hacía caca cuando era solamente un novato en esto de las escrituras varias.
Mientras sube a donde le he enviado, y eso que he sido muy cortés y no le he enviado al quinto pino como me dan ganas de hacer, yo consulto una fuente muy bien informada. Después subo lentamente, de puntillas y sin arrastrar las zapatillas multiusos que calzo hasta cuando hago Senderismo, y le doy un susto por la espalda.
Diesel.- ¡¡¡Uuuuuhhhhh!!!
El pobre Paquito casi muere de paro cardíaco hasta que se recupera…
Paquito.- ¡Por favor, Diesel! ¡¡No vuelvas a hacer eso que fallezco!!
Diesel.- ¿Fallecer por una simple broma? ¿No es usted tan cachondo como la gente cree o es de esos de los de no es tan fiero el león como lo pintan? ¿Quiere usted que le pinte un poco para no ser tan feo o podemos empezar ya en serio?
Paquito.- Empecemos ya en serio.
Diesel.- Pero prométame que no se va a morir de risa.
Paquito.-¿No vamos a hablar en serio?
Diesel.- Es que yo cuando pregunto en serio resulta que los demás se mueren de risa. ¿Es usted de los demás o es de los destacados, jovencito cuarentón?
Paquito.- Todos me destacan bastante.
Diesel.- Bastante no es demasiado pero… bueno… admitamos que usted destaca. ¿Se considera un destacado como Valverde en la Vuelta a España o supera usted a Valverde en la Vuelta al Mundo en 80 días subido en un globo y totalmente ufano de su manera de cachondearse de los demás desde arriba porque es usted uno de los elegidos?
Paquito.- No sé qué contestar a esa pregunta.
Diesel.- Está bien. Éramos pocos y parió la abuela. ¿Por qué dicen de usted, todos los que le valoran demasiado, y me refiero como no a los del Casino, que a pesar de lo jovencísimo cuarentón que es, es usted un escritor tardío? ¿Es que llega usted tarde cuando sale a dar una vuelta por la Literatura o es que la Literatura hay que escribirla cuando estamos en el Jardín de Infancia y a los 18 años ya somos tardíos casi completos y a los 40 ya estamos acabados y nos tenemos que dedicar a los chistes contra quienes no se han metido con nosotros? ¿No es usted de esos que se mofan a dos carrillos de quienes no le han molestado nunca?
Paquito.- ¿A quiénes he molestado yo?
Diesel.- Le voy a remojar la memoria pero no se sonroje demasiado, Graciosa Majestad, y considere que todo esto es un cachondeo. ¿Le remojo o no le remojo la memoria, jovencísimo cuarentón?
Paquito.- ¡Remójamela por favor!
Diesel.- Si se está usted refiriendo a la memoria y no a otra cualquier cuestión concreta puesto que estamos hablando de abstracciones; pues eso está hecho.
Sin más decir tomo la taza de su té y se la vacío encima de su linda cabellera.
Paquito.- ¡Que me quemo! ¡¡Que me quemo!! ¡¡¡Que me quemo!!!
Diesel.- Pero no se ponga usted tan mal de los nervios, Graciosa Majestad. ¿No le gusta el cachondeo de quemar a los demás? ¿Por qué puede usted quemar a los del Hogar de Molina de Segura, lugar donde usted nació por cierto, y no quema usted a los del Casino de Molina de Segura, lugar donde usted nació por cierto? ¿Alguna cuestión de ideologías perdidas en el ayer y encontradas en el mañana tal vez?
Paquito.- ¡Además de quemado estoy perdido!
Diesel.- Bueno. Eso tiene fácil solución. Como ya tiene usted, jovencísimo cuarentón, la mente muy remojada le voy a hacer la pregunta del millón, Graciosa Majestad. ¿Usted ha escrito que a este Hogar de Molina de Segura venimos los que somos viejos para ligar con las que son viejas, jovencísimo cachondo o está usted demasiado salido siempre?
Paquito.- Siento decir que sí. Perdón, Diesel, pero me he saltado tres pueblos.
Diesel.- Que tenga usted tan mal conocimiento de la Geografía de Murcia no me incumbe a mí analizarlo. En cuanto a lo de ligar ha estado usted muy acertado, jovencísimo cachondo, porque resulta que aquí venimos todas las mañanas a ligar.
Paquito.- Entonces… ¿es verdad?…
Diesel.- No se confunda jovencísimo cuarentón. No es verdad pero sí es cierto.
Paquito.- No comprendo la diferencia.
Diesel.- ¿Con lo cachondo que es usted cuando escribe no comprende la diferencia o es que es usted tan jovencísimo cuarentón que olvidó lo que decía Cervantes en La ilustre fregona?
Paquito.- ¡Dios mío! ¡Yo no he leído tanto!
Diesel.- ¿No ha leido usted tanto y se atreve a llamar viejas a las chavalas de este Hogar? ¿Es usted hogareño o lugareño?
Paquito.- ¡Me has cazado como a un conejo!
Diesel.- Debería usted saber que hay conejos pardillos. ¿No sabe usted eso, Graciosa Majestad? Está bien ser lugareño hasta llegar a heraldo o cronista de un lugar pero hay que ser también bastante hogareño para ser noble del todo. ¿O no lo cree usted así porque adora al Casino y odia al Hogar?
Paquito.- Me estoy perdiendo de nuevo. Creía que hablabas en broma y estás hablando en serio.
Diesel.- Porque ya le dije antes que cuando hablo en serio muchos se echan a reír. ¿Le cuento o no le cuento lo que dijo Cervantes en la ilsutre fregona y luego seguimos con eso de los ligues en este Hogar?
Paquito.- Cuéntalo porque quizás me sirva de algo…
Diesel.- Ahí va. Pero toda esta dulzura que he pintado tiene un amargo acíbar que la amarga. ¿Qué le parece lo que opinamos los grandes genios del humor cuando reconocemos que, a pesar de la dulzura con la que escribimos, y no con tanta mala leche como usted y los que son como usted, siempre hay un poco sabor amargo en todo ello? ¿Comprende ahora la diferencia que existe entre lo que es reírse con los del Hogar que reírse de los del Hogar? ¿Usted es un cachondo o es usted sólo un caganvilo por decir algo que suene a gracioso sin tener que serlo como hace usted?
Paquito.- Vuelvo a reconocer que me pasé tres pueblos o incluso más de tres pueblos.
Diesel.- ¡Y dale con la Geografía! No estamos con la Geografía sino con el Humor. ¿O ahora va a resultar que no sabe lo que es el Humor a pesar de lo jovencísimo cachondo que es, Graciosa Majestad, Cronista de los Cronitas, Prócer de las Lumbreras de Molina? Hablando en serio y antes de terminar con las bufonadas, he de decirle que si yo hubiese nacido en Molina de Segura tendría siempre la hombría de ser un molinense orgulloso de serlo y por eso jamás me burlaría, como jamás me he burlado, de ninguna persona mayor de este honroso lugar. Al final de la Entrevista le hago conocer un poema de mi cosecha para que aprenda un poco a escribir mejor cuando de sentimientos se trata. Y ahora le explico. Aquí venimos todas las mañanas a ligar… pero a ligar bronce… porque… ¿no se ha fijado usted nunca, jovencísimo cachondo, cómo nos pega el sol en la cara y en los brazos por las mañanas en la misma puerta del Hogar? Luego lleva usted razón cuando dice que venimos a ligar porque somos como de la Edad del Bronce pero, lo que es la vida y las paradojas de la vida, usted, Graciosa Majestad, resulta que no es de la Edad del Bronce sino de la Edad de Piedra por la de pedradas que da a los humildes y sencillos hombres mayores de su propio pueblo, Molina de Segura, y a las humildes y sencillas mujeres mayores de su propio pueblo, Molina de Segura. Y fin de la Entrevista. ¿Quiere usted saber cómo se escribe un Poema en honor de Molina de Segura en lugar de burlarse y mofarse de las personas mayores de este lugar aunque yo no haya nacido en Molina de Segura como sí ha nacido usted? ¿O es usted tan de luan menguante que, de lo mengual que es, no puede entenderlo?
Paquito.-Supongo que quizás aprenderé algo.
Diesel.- Siempre se aprende algo, señor salido… digo… no… señor cachondo…
Paquito.- ¿Terminamos ya?
Diesel.- Sí. Terminamos ya. Y ahora voy con mi ejemplo para ver si usted aprende a escribir un poco mejor a pesar de ser Su Graciosa Majestad. Lea. Lea y vaya usted con Dios. Y eso que no he nacido en Molina de Segura como usted. Pero da la casualidad que me honra vivir en Molina de Segura y venir al Hogar en lugar de ir al Casino. Creo que me entiende.
Nadie tendrá tanta grandeza
como tus seres de nobleza fiel
y en el fiel de la balanza pasajera
tus horizontes se agrandan
más allá del límite infinito.
Hay un sueño en cada sombra
de tus seres queridos en la cercanía.
Una ilusión en cada cuerpo.
Un corazón en cada idea.
Un estar aquí y ahora y siempre
haciendo cumplir esta esperanza
de ser viajero de los sentimientos
recogidos en un paseo deseable.
Mi memoria se recoge a cada paso
por entre los besos del viento
y en el profundo ser que me acontece
cada vez soy un poco más
bebiendo del agua de tu vida
encardinada en este pensamiento
cuando voy mirando los anhelos
de tu profundo soñar.
Estar… siempre estar
dentro de la luz de tus miradas.
Pueblo ilustre de la clara y diáfana
melodía que se abre bajo el manto
de las nubes blancas, blancas nubes
de acompañar a mi peregrino
sincero caminar sin más relojes
que la roja llamarada del poniente
cuando alumbra esta tierra bien amada
y se me limpia toda mi existencia
viendo tus calles enhebradas
con el hilo conductor de mis pasiones.
Paso a paso, pasiones orquestadas,
que en este sentir de honda vida
se me asen a la esperanza del retorno.
Se alumbra la fuente plateada y el camino
se me vuelve mujer o cumbre
o valle o tal vez castillo
abierto a mis ojos perdurables.
Dura el tiempo en las orillas
de cada callejón… y en cada puerta
hay una especie de constancia
alzada bajo el murmullo del aire.
Más saberes yo he aprendido
en los ojos de cada ser humano
circulando como pájaros con luz
viajando en el rumor de las amarillas
hojas del otoño desprendidas y,
lentamente sin reloj ni tiempo,
llego a cada rinconada pespunteada
por el céfiro que tanto me entretiene
en contar, día tras día,
las horas que tamizan tu presencia.
Una especie de mundo colorido
que circula entre los dedos de mi sangre
y, a cada palpitar corazonado,
me pongo a jugar con ilusiones…
como quien juega a soñar minutos
que quedan anclados en mi alma.
Vida limpia, vida siempre,
vida en cada persona y cada paso…
como especie de humana consistencia
la hiedra se me vuelve rosa
y la rosa de cada minúsculo segundo
me abraza cual si como niño
me hubiera quedado ya dormido;
pero tu luz me abre su sinfonía
y me levanto de nuevo en el silencio
para seguir caminando, sueño a sueño,
por el sosiego de tu honrada tierra.
Y torno de nuevo a un principio
donde todo es seguir llegando;
seguir subiendo hacia la cima
de la rama donde vive el gorrión
que siente la vida entre sus alas.
Vuelo por encima del camino
acompañado de mundos que conozco
y de mundos que ignoro
y de mundos que existen
en el fondo de cada lugar
de tus profundos esplendores.
A cada golpe de luz y de sonido
me llama la voz de tu existencia
y soy ese libro que estudio
en tu cielo siempre como azul,
como blanco, como acento
de espacio… y voy despacio
para no perderme en lo lejano.
No hay precio para vivir tu poesía
y, al llegar a todo lo que siento,
me siento de nuevo niño en la orilla
de estos recuerdos ya grabados
en el centro de la epígona raigambre
de todo ayer hecho futuro.
Cada vez que abro mi silencio
escucho la voz de todas tus cosas.
Cosas y rosas se mueven con aliento
y me sigo alimentando de palabras
en este sentir lo que es la raza
del ser humano henchido por la paz.
Un canto que surge de mis venas
se engarza en tu ilustre compañía
y en cada balcón y su terraza
recojo un pensamiento nuevo:
“Dios dice que siga descubriendo
el alma de cada uno de mis sueños
entre las plazas de tu ciudad”.
Cierro el libro del pasado hiriente
y sonrío con toda mi memoria.
Es la noria de esta tierra hortelana
que gira en el mundo de mi ser
y, de niño a niño, otra vez de nuevo
me encuentro soñando y en silencio.
Quizás el tiempo ya se ha detenido
en esta calle donde hoy me amparo
y en el faro despierto del mirar
descubro que sólo soy un misterio
envuelto en cada febril hondura
que va creciendo, poco a poco,
hasta quizás convertirme en pequeño
destino en esta patria desconocida
donde soy anónimo poeta.
Me envuelvo en el manto de mis versos
y, besando el sueño inacabado,
cual principio de infancia solamente
cierro los ojos y me duermo.
(Homenaje a Molina de Segura)
Ante el silencio, recojo mis hojas llenas de notas, me despido con un ligero hasta luego caballero, bajo al primer piso, me lavo para salir limpio a la calle y me voy silbando una tonada o quizás no sea una tonada y se quede simple y sencillamente en una tonadilla porque a mí, la verdad sea dicha, me gusta más lo simple y sencillo que lo complicado y difícil. Soy así desde que nací.